- Vamos Finnick - Digo sabiendo que tenemos poco tiempo. Un dolor frío me inunda el cuerpo empezando desde la zona del hígado, con las manos llenas de arena me levanto del suelo con ayuda de Finnick, cada vez estoy más débil y me tengo que sujetar el hígado
Veo a Will dirigirse hacia nosotros y Finnick me incita a huir, pero casi no puedo sostenerme en pie; me caigo repetidas veces, y la vista se me nubla cada vez con más frecuencia, quiero intentar llegar hasta la red, allí podré decidir mi destino. Finnick se enfrenta a Will con gran habilidad, tanta que le arrebata el tridente en unos cuantos movimientos; ágilmente se zafa de la mayoría de los golpes de Will, que finalmente acaba sacando un arma blanca de debajo de la ballesta.
Una idea pasa por mi cabeza a gran velocidad, tanto que me marea; caigo al suelo y para levantarme me agarro torpemente a la red, Hanna suelta un leve gemido de agonía. Empiezo a deshacer algunos de los nudos de la red, combinándolos con raíces y lianas cercanas a mi posición, ya que veo borroso y sé que si gasto energía en acciones superfluas moriré antes y no podré ayudar a Finnick. Él y Will se giran y Finnick me mira, yo señalo levemente la red; sé que me ha entendido debido al brillo de sus ojos.
Poco a poco Will retrocede, mientras Finnick Odair avanza con seguridad. Parece un verdadero ganador, y yo estoy aquí tirado sin poder casi moverme...
No debo gastar tiempo en compadecerme de mi mismo; Finnick se hace fácilmente con la pelea, ahora el lleva la voz cantante. Cada vez están más cerca, y por un momento me vuelve la sonrisa por la idea de que Finnick pueda ganar los juegos; como una bofetada el dolor y la sangre que veo al bajar la cabeza me arrancan la risa.
- Odio al Capitolio - intento decir todo lo alto que puedo, pero parece un lamento de dolor y ajenos a mí en la pelea Finnick está a punto de ensartar a Will varias veces con su tridente, lo mueve con tanta agilidad y rapidez que casi parece una prolongación de su musculuso brazo.
Will está atrapado en la red y los ojos se me cierran lentamente conforme la sangre fluye fuera de mi cuerpo, pierdo la noción del tiempo y lo que en la realidad son unos segundos a mi me parecen décadas. Yo creía que al morir tu vida pasaba por tus ojos, pero no. Aparece Clare, como un fantasma que desprende una luz celestial, se aparece ante mí y baila al tiempo que su vestido andula al viento; su risa, sus ojos, su pelo, sus mejillas hacen que quiera morir ya para ir con ella, al fin y al cabo ya... no tengo elección para otro destino posible; ella alarga la mano para que yo la coja y cuando quiero tocar sus dedos...
Algo me levanta del suelo lentamente, y una vez comprobado mi lento pulso me acerca el cuchillo al cuello; con mis ultimas fuerzas me retuerzo y pataleo, incluso le doy un par de cabezazos inhútiles, ya que incrusta lentamente el cuchillo en mi cuello, no siento dolor alguno, pero mi boca sabe a sangre y sin darme aparente cuenta abro los ojos y dejo de ver el mundo...
viernes, 14 de febrero de 2014
viernes, 7 de febrero de 2014
Capítulo 32
¡Hola! Espero que os guste el capítulo, pero antes de que empecéis a leer quería recordaros que sigue abierta la participación para el concurso (al menos hasta marzo) y que espero con ansia vuestras historias, las que he leído están muy bien y adoro vuestra creatividad. La entrada con todo lo que necesitáis saber está un poquito más abajo; espero también vuestros comentarios y que participéis en las encuestas. Gracias y que disfrutéis del blog :)
Will me lanza una cuchillada, pero agarro el tridente por ambos extremos y lo detengo, él aprovecha para agarrar el mango del cuchillo con ambas manos y ejercer mayor fuerza hacia abajo; mejoro mi agarre en el tridente ensortijando mis dedos en él y empujo con todas mis fuerzas. Poco a poco Will retrocede, aunque de repente me doy cuenta que si él quita el cuchillo yo le daré con el mango del tridente en la cara pero podrá acuchillarme y no me dará tiempo a reaccionar, así que me adelanto a él y voy deslizando el mango del tridente hasta llegar a la hoja de este; la hoja de su cuchillo forcegéa con la de mi tridente.
Will da un grito al ver que mi tridente le hace retroceder, antes poco a poco, ahora cada vez más rápidamente; se gira e intenta huir pero ya está atrapado; sonrío levemente, pero Will me arranca la risa de una patada en la mandíbula, creo que me la ha sacado.
Mientras yo intento recolocarme la cara, él agarra a Glow; y con una mirada maliciosa acerca el cuchillo a su garganta; otra vez sordo veo a Glow revolviéndose y retorciéndose , grita, pero no le oigo; todo se ralentiza, intento alcanzarle pero un cañonazo me estalla en los oídos y hace que me caiga al suelo.
Miro a Hanna en la red, aún respira levemente; miro a Will, pero se ríe; por último miro al suelo y veo a Glow con una raja en el cuello tirado en el suelo con los ojos abiertos, parece vulnerable, aunque sé que ya no puede sentir nada, le cierro los ojos en signo de alago y respeto. Al principio lloro, luego rio a carcajadas, y después hago algo impropio de mí, algo me manda, me dirige contra mi voluntad: el odio. El odio, la animalversión, la impotencia me dirigen y agarro el tridente fuerte y firmemente, muy fuerte, tanto que me hago daño a mi mismo; y lo lanzo, lo lanzo soltando toda mi furia retenida, todo lo que me provocan estos malditos juegos es asco y enfado que se disipa al lanzar mi tridente; lo lanzo desde abajo desde abajo, para que después suba, mano izquierda en la mandíbula y mano derecha soltando el tridente que se desliza entre mis dedos. En el último segundo me arrepiento e intento pararlo, pero es tarde; es el propio tridente el que, en mi opinión, quiere lucirse y, manchándose de sangre, vengar a Glow de alguna manera. Ya está hecho, miro la red y veo que mi tridente ha atravesado el corazón de Will y que ha quedado ensartado en el hígado de Hanna; con toda tranquilidad me acerco a cogerlo, no sin antes mirar por última vez a mi amigo y colocarle en el suelo, cómo si en algún momento futuro fuera a levantarse y despertar; tres cañonazos, la respiración se me agita sin motivo alguno. Cojo mi tridente ensangrentado y lo aprieto contra el pecho, no quiero soltarlo jamás, mis dedos ensortijados en él se aferran, no quiero... digo no voy a soltarlo, cierro los ojos y me sumo en mi mundo; sordo a la realidad...
Will me lanza una cuchillada, pero agarro el tridente por ambos extremos y lo detengo, él aprovecha para agarrar el mango del cuchillo con ambas manos y ejercer mayor fuerza hacia abajo; mejoro mi agarre en el tridente ensortijando mis dedos en él y empujo con todas mis fuerzas. Poco a poco Will retrocede, aunque de repente me doy cuenta que si él quita el cuchillo yo le daré con el mango del tridente en la cara pero podrá acuchillarme y no me dará tiempo a reaccionar, así que me adelanto a él y voy deslizando el mango del tridente hasta llegar a la hoja de este; la hoja de su cuchillo forcegéa con la de mi tridente.
Will da un grito al ver que mi tridente le hace retroceder, antes poco a poco, ahora cada vez más rápidamente; se gira e intenta huir pero ya está atrapado; sonrío levemente, pero Will me arranca la risa de una patada en la mandíbula, creo que me la ha sacado.
Mientras yo intento recolocarme la cara, él agarra a Glow; y con una mirada maliciosa acerca el cuchillo a su garganta; otra vez sordo veo a Glow revolviéndose y retorciéndose , grita, pero no le oigo; todo se ralentiza, intento alcanzarle pero un cañonazo me estalla en los oídos y hace que me caiga al suelo.
Miro a Hanna en la red, aún respira levemente; miro a Will, pero se ríe; por último miro al suelo y veo a Glow con una raja en el cuello tirado en el suelo con los ojos abiertos, parece vulnerable, aunque sé que ya no puede sentir nada, le cierro los ojos en signo de alago y respeto. Al principio lloro, luego rio a carcajadas, y después hago algo impropio de mí, algo me manda, me dirige contra mi voluntad: el odio. El odio, la animalversión, la impotencia me dirigen y agarro el tridente fuerte y firmemente, muy fuerte, tanto que me hago daño a mi mismo; y lo lanzo, lo lanzo soltando toda mi furia retenida, todo lo que me provocan estos malditos juegos es asco y enfado que se disipa al lanzar mi tridente; lo lanzo desde abajo desde abajo, para que después suba, mano izquierda en la mandíbula y mano derecha soltando el tridente que se desliza entre mis dedos. En el último segundo me arrepiento e intento pararlo, pero es tarde; es el propio tridente el que, en mi opinión, quiere lucirse y, manchándose de sangre, vengar a Glow de alguna manera. Ya está hecho, miro la red y veo que mi tridente ha atravesado el corazón de Will y que ha quedado ensartado en el hígado de Hanna; con toda tranquilidad me acerco a cogerlo, no sin antes mirar por última vez a mi amigo y colocarle en el suelo, cómo si en algún momento futuro fuera a levantarse y despertar; tres cañonazos, la respiración se me agita sin motivo alguno. Cojo mi tridente ensangrentado y lo aprieto contra el pecho, no quiero soltarlo jamás, mis dedos ensortijados en él se aferran, no quiero... digo no voy a soltarlo, cierro los ojos y me sumo en mi mundo; sordo a la realidad...
viernes, 31 de enero de 2014
Capítulo 31
- Shh... -me susurran al oido, yo asiento con la cabeza y poco a poco me disminuyen las pulsaciones. Cortan la red de mi lateral derecho y me deslizo hasta que me deshago de la red totalmente; después vuelvo a cerrar la red con un nudo de pesca.
Meto mi mano en la bota y tras sacar el frasquito se lo tiendo a Glow.
-Gracias, lo necesitaba.- dice agachándose para recuperar el aliento, miramos a Hanna que está sangrando demasiado.
- ¿Qué estas haciendo aquí? - dijo medio enfadado, medio feliz.
- Salvarte, ¿no lo ves? - su típica sonrisa maliciosa ha vuelto, se quita la venda para ponerse la crema; la brecha de su cabeza ha disminuido de tamaño, pero sigue teniendo mal aspecto. Glow se frota la crema entre aullidos y gemidos, parece que al rato le alivia; saca de su mochila el último trozo de venda y se la coloca en la cabeza.
- No podemos quedarnos aquí, Will vendrá en cualquier momento.- él asiente, desentierro mi mochila y me la echo a la espalda.
-Vamos Finnick.- oigo un ligero silbido, giro la cabeza y veo que una flecha se abre paso entre la maleza y se dirige hacia nosotros cortando el aire; instintivamente me tiro sobre Glow para salvarle, me levanto lleno de sangre y veo a Glow tirado en el suelo, y a Will corriendo hacia nosotros con una ballesta en la mano y con mi tridente en la otra; cojo a Glow que se agarra el hígado para que no se le salga y lo empujo para que se valla, se tropieza con todo.
- ¡¡Glow huye!! - pero no puede apenas nadar; saco mi cuchillo y me enfrento a Will en un combate cuerpo a cuerpo (esto debe de encantarle a la audiencia y ,si no muero, a los patrocinadores).
Se lanza sobre mí, le esquivo pero rueda por el suelo. Piensa rápido, Finnick; entre su corpulencia y el peso extra que implican las flecha, la ballesta y mi tridente le debe resultar difícil moverse con rapidez, y yo tengo agilidad suficiente como para arrebatarle el tridente, aunque no sé si saldría ileso. Apoya una rodilla en el suelo para lanzarme una flecha con la ballesta, deja el tridente a su lado para colocar la flecha, es mi oportunidad, introduzco el pie en la arena y lo levanto rápidamente, con lo que el polvo le imposibilita verme, me tiro al suelo y resbalo por él hasta alcanzar mi tridente; me levanto con la mayor rapidez posible y aprieto ligeramente el mago del tridente para que las cuchillas se abran; Will me lanza una flecha pero con un ligero movimiento del brazo la corto en varios trozos que se desparraman a mi alrededor ante la atenta mirada de Will. Le da la vuelta a la ballesta y, de la que ahora es la cara superior, saca un enorme cuchillo con ligeras endiduras en la hoja (para cortar mejor la carne); en el tiempo que él utiliza para sacarlo yo miro la red, que ahora está detrás de Will, Glow está desatando algunos cabos de la red de forma que parezcan lianas para atrapar todo lo que pase por debajo; solo tengo que empujar a Will para que caiga debajo. Me asombra la inteligencia de Glow, aún desangrándose quiere que yo sobreviva...
Meto mi mano en la bota y tras sacar el frasquito se lo tiendo a Glow.
-Gracias, lo necesitaba.- dice agachándose para recuperar el aliento, miramos a Hanna que está sangrando demasiado.
- ¿Qué estas haciendo aquí? - dijo medio enfadado, medio feliz.
- Salvarte, ¿no lo ves? - su típica sonrisa maliciosa ha vuelto, se quita la venda para ponerse la crema; la brecha de su cabeza ha disminuido de tamaño, pero sigue teniendo mal aspecto. Glow se frota la crema entre aullidos y gemidos, parece que al rato le alivia; saca de su mochila el último trozo de venda y se la coloca en la cabeza.
- No podemos quedarnos aquí, Will vendrá en cualquier momento.- él asiente, desentierro mi mochila y me la echo a la espalda.
-Vamos Finnick.- oigo un ligero silbido, giro la cabeza y veo que una flecha se abre paso entre la maleza y se dirige hacia nosotros cortando el aire; instintivamente me tiro sobre Glow para salvarle, me levanto lleno de sangre y veo a Glow tirado en el suelo, y a Will corriendo hacia nosotros con una ballesta en la mano y con mi tridente en la otra; cojo a Glow que se agarra el hígado para que no se le salga y lo empujo para que se valla, se tropieza con todo.
- ¡¡Glow huye!! - pero no puede apenas nadar; saco mi cuchillo y me enfrento a Will en un combate cuerpo a cuerpo (esto debe de encantarle a la audiencia y ,si no muero, a los patrocinadores).
Se lanza sobre mí, le esquivo pero rueda por el suelo. Piensa rápido, Finnick; entre su corpulencia y el peso extra que implican las flecha, la ballesta y mi tridente le debe resultar difícil moverse con rapidez, y yo tengo agilidad suficiente como para arrebatarle el tridente, aunque no sé si saldría ileso. Apoya una rodilla en el suelo para lanzarme una flecha con la ballesta, deja el tridente a su lado para colocar la flecha, es mi oportunidad, introduzco el pie en la arena y lo levanto rápidamente, con lo que el polvo le imposibilita verme, me tiro al suelo y resbalo por él hasta alcanzar mi tridente; me levanto con la mayor rapidez posible y aprieto ligeramente el mago del tridente para que las cuchillas se abran; Will me lanza una flecha pero con un ligero movimiento del brazo la corto en varios trozos que se desparraman a mi alrededor ante la atenta mirada de Will. Le da la vuelta a la ballesta y, de la que ahora es la cara superior, saca un enorme cuchillo con ligeras endiduras en la hoja (para cortar mejor la carne); en el tiempo que él utiliza para sacarlo yo miro la red, que ahora está detrás de Will, Glow está desatando algunos cabos de la red de forma que parezcan lianas para atrapar todo lo que pase por debajo; solo tengo que empujar a Will para que caiga debajo. Me asombra la inteligencia de Glow, aún desangrándose quiere que yo sobreviva...
domingo, 26 de enero de 2014
Capítulo 30
Tengo a Hanna sobre mí, me inmoviliza los brazos y hace que las mochilas reboten en el suelo y se queden al borde de la plataforma, no puedo dejar que la de Glow se moje ya que se estropearía la medicina, y sé que si mi "mochila" cae al agua se hundirá hasta el fondo debido al peso de la lanza (al menos creo que contiene eso). La empujo con las piernas en su estómago, ella sale disparada hacia atrás y cae de espaldas; con ello consigo zafarme de ella lo suficiente para coger mi cuchillo y ponerme en guardia; pero el chico del 2 ya ha llegado a la plataforma, nos miramos los tres desafiantes (se me pasan hacer muchas cosas por la cabeza, entre ellas lanzar el cuchillo al corazón de Hanna, pero tengo más posibilidades de fallar que de acertar). Pasan unos segundos y se me ocurre una idea que podría parecer arriesgada si tuviera mucho que perde, me muevo muy lentamente hacia la mochila con el 2 grabado, que está a pocos centímetros de la del 9,creo que no se dan cuenta de que me estoy moviendo, menos mal porque sino ya estaría muerto.
- Cómodo - el chico del 2 da un respingo pero sigue concentrado, oir su nombre parece que le sorprende, pero tiene la vista fija en mi y en la mochila; Hanna habla serena y tranquila, como si la tensión y el nerviosismo no le afectaran- ¿Quieres morir ya? - el chico niega con la cabeza, algo aturdido - pues ya sabes, vuelve por dónde has venido.
- Haré lo que quiera - contestó él algo tembloroso.
Ahora, están desprevenidos, rapidamente lanzo las mochilas del 2 y del 9 hacia Hanna, ella y Cómodo se desconciertan e instintivamente van hacia su correspondiente mochila, olvidándose momentáneamente de mi, lo que me da tiempo para coger y desempaquetar mi mochila y guardarme el frasquito de Glow en la bota, bajo el calcetín, donde estará seco y seguro. Un palo metálico brillante sale de mi mochila, con un mango en donde hay grabado el símbolo del Distrito 4 además de una ballena a juego con el colgante que ahora mismo llevo puesto; eso sí, es precioso pero para qué servirá, lo sujeto con fuerza y al hacerlo noto que la ballena se hunde ligeramente y que de la punta opuesta aflora una especie de puñal que se despliega lentamente, produciendo un ruido que podría cortar hasta el aire (ya lo habéis adivinado, es un espectacular y asesino tridente) lo agito como si fuera un bastón de malavares, haciendo giros; me encanta realmente. Hanna y Cómodo dejan de luchar al oír el ruido y me miran atónitos, Cómodo con la boca abierta y Hanna no puede con su envidia. Me siento fuerte, seguro de mí mismo e intocable.Ya casi se me ha olvidado el dolor de las costillas, aunque a veces siento un cosquilleo, más bien un pinchazo.
Hanna se lanza para intentar quitármelo, pero la esquivo girando sobre mí mismo rajándole todo el estómago en el intento, se agarra el abdomen para que la sangre aflore con menos intensidad, pero es inútil; Cómodo, mientras tanto agarra su mochila y se la echa a la espalda mientras rebusca en la mochila de la chica del 1 que parece estar ya muerta en la playa; Hanna se agacha para recomponerse, levanta la cara y grita el nombre de Will que salta sobre la plataforma lanzándonos una red a los tres, incluida Hanna, que grita.
- ¿Qué haces, estúpido?
- ¿Qué te creías? ¿Qué te iba a dejar ganar los juegos? - Hanna gruñe al tiempo que intenta quitarse la red, es inútil.
Will agarra su daga y apuñala al chico del 2, aún no se olle el cañonazo, su sangre me cae por el pelo, me inunda los ojos y tengo ganas de vomitar; pero trago. Tengo que pensar como salir de aquí, pero el tridente se ha caido y no llego a cogerlo. Mi situación es a la vez extraña y complicada; tengo cadáver del chico del 2 justo encima, a Hanna al lado que intenta romper la red al tiempo que se agarra el sangriento abdomen, el aerodeslizador llegará pronto y si no salgo de aquí rápido me llevará y matará.
Nos deja en la playa y va corriendo a los árboles de donde salió, debe de irse para vernos morir aplastados por el aerodeslizador; y encima se lleva mi tridente, ya no lo veo.
Algo me tapa la boca, y veo un cuchillo pasar justo por mi garganta; trago saliva y me quedo helado; Hanna no se da cuenta, sigue intentando romper la red. Noto un ligero aliento cálido en el oído, al momento reconozco esa maliciosa risa.
- Cómodo - el chico del 2 da un respingo pero sigue concentrado, oir su nombre parece que le sorprende, pero tiene la vista fija en mi y en la mochila; Hanna habla serena y tranquila, como si la tensión y el nerviosismo no le afectaran- ¿Quieres morir ya? - el chico niega con la cabeza, algo aturdido - pues ya sabes, vuelve por dónde has venido.
- Haré lo que quiera - contestó él algo tembloroso.
Ahora, están desprevenidos, rapidamente lanzo las mochilas del 2 y del 9 hacia Hanna, ella y Cómodo se desconciertan e instintivamente van hacia su correspondiente mochila, olvidándose momentáneamente de mi, lo que me da tiempo para coger y desempaquetar mi mochila y guardarme el frasquito de Glow en la bota, bajo el calcetín, donde estará seco y seguro. Un palo metálico brillante sale de mi mochila, con un mango en donde hay grabado el símbolo del Distrito 4 además de una ballena a juego con el colgante que ahora mismo llevo puesto; eso sí, es precioso pero para qué servirá, lo sujeto con fuerza y al hacerlo noto que la ballena se hunde ligeramente y que de la punta opuesta aflora una especie de puñal que se despliega lentamente, produciendo un ruido que podría cortar hasta el aire (ya lo habéis adivinado, es un espectacular y asesino tridente) lo agito como si fuera un bastón de malavares, haciendo giros; me encanta realmente. Hanna y Cómodo dejan de luchar al oír el ruido y me miran atónitos, Cómodo con la boca abierta y Hanna no puede con su envidia. Me siento fuerte, seguro de mí mismo e intocable.Ya casi se me ha olvidado el dolor de las costillas, aunque a veces siento un cosquilleo, más bien un pinchazo.
Hanna se lanza para intentar quitármelo, pero la esquivo girando sobre mí mismo rajándole todo el estómago en el intento, se agarra el abdomen para que la sangre aflore con menos intensidad, pero es inútil; Cómodo, mientras tanto agarra su mochila y se la echa a la espalda mientras rebusca en la mochila de la chica del 1 que parece estar ya muerta en la playa; Hanna se agacha para recomponerse, levanta la cara y grita el nombre de Will que salta sobre la plataforma lanzándonos una red a los tres, incluida Hanna, que grita.
- ¿Qué haces, estúpido?
- ¿Qué te creías? ¿Qué te iba a dejar ganar los juegos? - Hanna gruñe al tiempo que intenta quitarse la red, es inútil.
Will agarra su daga y apuñala al chico del 2, aún no se olle el cañonazo, su sangre me cae por el pelo, me inunda los ojos y tengo ganas de vomitar; pero trago. Tengo que pensar como salir de aquí, pero el tridente se ha caido y no llego a cogerlo. Mi situación es a la vez extraña y complicada; tengo cadáver del chico del 2 justo encima, a Hanna al lado que intenta romper la red al tiempo que se agarra el sangriento abdomen, el aerodeslizador llegará pronto y si no salgo de aquí rápido me llevará y matará.
Nos deja en la playa y va corriendo a los árboles de donde salió, debe de irse para vernos morir aplastados por el aerodeslizador; y encima se lleva mi tridente, ya no lo veo.
Algo me tapa la boca, y veo un cuchillo pasar justo por mi garganta; trago saliva y me quedo helado; Hanna no se da cuenta, sigue intentando romper la red. Noto un ligero aliento cálido en el oído, al momento reconozco esa maliciosa risa.
viernes, 17 de enero de 2014
Capítulo 29
Quizá sea hora de prepararse, esconderse y, si se puede, bajar el pulso.
Me levanto, sacudo un poco la arena de mi camiseta y escudriño con la mirada cada centímetro de playa y tras pensar un rato decido meterme en el mar. Cabo un agujero y meto la mochila en él, lo tapo bien para que parezca natural y por último cojo un poco de agua de mar para humedecer y aplanar la arena. Antes de eso me ato el cuchillo al muslo, para poder llevarlo dentro del agua y tener las manos libre para nadar; me quito la chaqueta y los guantes, para que al salir del agua no me pese tanto la ropa pueda correr con facilidad.
Ya no toco el fondo marino con los pies y mis ojos sobresalen mínimamente por encima del nivel del mar, desde aquí veo todo de otra forma: todo es más sencillo... Desde aquí veo Hanna, tras una roca veo a la chica del 1 y entre los árboles vislumbro una figura esbelta y oscura, más bien delgada; pelo corto, alta y con movimientos extraños, no distingo quién es.
Un temblor en el agua inunda mis pensamientos y mis fosas nasales, toso agua por la nariz y la boca; una y otra vez las olas se arremolinan en algún punto delante de mi; miro el fondo y veo que parte de este se hunde y luego sube poco a poco, hay algo enganchado a la plataforma, que cada vez sube más rápido. Subo para coger aire y me sumerjo de nuevo. La plataforma sigue subiendo, y cuando me doy cuenta lo tengo justo debajo; la plataforma me empuja con fuerza hacia arriba, lo que provoca que mis pulmones se inunden de agua, toso agua, pero cojo más de la que expulso. Junto con el agua toso sangre disuelta, y creo que el golpe me ha roto un par de costillas del costado derecho. Entonces comprendo que esa es la mesa del banquete y que puedo ser el primero en coger lo que necesito... me falta el aire e intento nadar, pero parezco la presa de n tiburón: chapoteando torpemente en el agua. Me quedo sordo, no oigo nada; eso me sirve para tranquilizarme, y aunque sigo sordo, nado hasta llegar a la plataforma: con la mano izquierda en el abdomen para agarrarme las costillas rotas, me guío con la mano derecha y avanzo con los pies. Estoy ya encima de la plataforma y aunque sigo sin oír del todo percibo pequeñas vibraciones; veo acercarse a Hanna nadando, por detrás va el chico del 2, y la chica del 1 está parada en la playa (lo más probable es que no sepa nadar, si es así, está perdida); por otro lado, no veo ni a Will ni a Glow y la sombra que vi antes ha desaparecido, o ya no la veo. Me laten los oídos y agarro la mochila con el número 4 grabado en azul brillante, bueno... no es exactamente una mochila es una especie de funda para un palo alargado, no me entretengo en abrirlo y engancho la mochila número siete a la mía; pero antes de poder irme tengo a Hanna casi encima.
Me levanto, sacudo un poco la arena de mi camiseta y escudriño con la mirada cada centímetro de playa y tras pensar un rato decido meterme en el mar. Cabo un agujero y meto la mochila en él, lo tapo bien para que parezca natural y por último cojo un poco de agua de mar para humedecer y aplanar la arena. Antes de eso me ato el cuchillo al muslo, para poder llevarlo dentro del agua y tener las manos libre para nadar; me quito la chaqueta y los guantes, para que al salir del agua no me pese tanto la ropa pueda correr con facilidad.
Ya no toco el fondo marino con los pies y mis ojos sobresalen mínimamente por encima del nivel del mar, desde aquí veo todo de otra forma: todo es más sencillo... Desde aquí veo Hanna, tras una roca veo a la chica del 1 y entre los árboles vislumbro una figura esbelta y oscura, más bien delgada; pelo corto, alta y con movimientos extraños, no distingo quién es.
Un temblor en el agua inunda mis pensamientos y mis fosas nasales, toso agua por la nariz y la boca; una y otra vez las olas se arremolinan en algún punto delante de mi; miro el fondo y veo que parte de este se hunde y luego sube poco a poco, hay algo enganchado a la plataforma, que cada vez sube más rápido. Subo para coger aire y me sumerjo de nuevo. La plataforma sigue subiendo, y cuando me doy cuenta lo tengo justo debajo; la plataforma me empuja con fuerza hacia arriba, lo que provoca que mis pulmones se inunden de agua, toso agua, pero cojo más de la que expulso. Junto con el agua toso sangre disuelta, y creo que el golpe me ha roto un par de costillas del costado derecho. Entonces comprendo que esa es la mesa del banquete y que puedo ser el primero en coger lo que necesito... me falta el aire e intento nadar, pero parezco la presa de n tiburón: chapoteando torpemente en el agua. Me quedo sordo, no oigo nada; eso me sirve para tranquilizarme, y aunque sigo sordo, nado hasta llegar a la plataforma: con la mano izquierda en el abdomen para agarrarme las costillas rotas, me guío con la mano derecha y avanzo con los pies. Estoy ya encima de la plataforma y aunque sigo sin oír del todo percibo pequeñas vibraciones; veo acercarse a Hanna nadando, por detrás va el chico del 2, y la chica del 1 está parada en la playa (lo más probable es que no sepa nadar, si es así, está perdida); por otro lado, no veo ni a Will ni a Glow y la sombra que vi antes ha desaparecido, o ya no la veo. Me laten los oídos y agarro la mochila con el número 4 grabado en azul brillante, bueno... no es exactamente una mochila es una especie de funda para un palo alargado, no me entretengo en abrirlo y engancho la mochila número siete a la mía; pero antes de poder irme tengo a Hanna casi encima.
viernes, 10 de enero de 2014
Capítulo 28
Creo que aún faltan algunos minutos para que sea mediodía, así que me siento en la playa para descansar e intentar bajar el pulso. Es una gran estupidez sentarse en medio de la playa a la vista de todos, pero en ese momento no me pareció importante; sinceramente, no me importaba.
Poco a poco me acerco a una roca, no para protegerme, sino para apoyarme; oigo voces y pego las rodillas al pecho empuñando el cuchillo en una mano y agarrado a la roca con la otra: son Will y Hanna, que por suerte no me han visto. Ahora no me puedo mover, y casi ni puedo respirar; ya que al más mínimo ruido me oirían y con ello me matarían. Les escucho hablar:
- Creo que aún faltan unos minutos para el banquete - dice Will con aire de superioridad, como si supiera que sus contrincantes no son lo suficientemente listos o fuertes para poder ganarle.
- Will, recuerdas el plan. - dice Hanna. No les veo, pero se les oye perfectamente, así que deben de estar muy cerca. Y además sé que no tienen miedo, sino no estarían en medio de la playa; aunque por otra parte yo tengo miedo y estaba en medio de la playa...
- ¿Por quién me tomas, linda? - grita Will, creo que agarrando a Hanna, ya que se oye un golpe y un grito de Hanna.
- ¡Aparta, inútil!
- ¿Siempre eres tan dura? - ríe Will - me has hecho daño.
- Eres un blando, me gustaría verte sin mí en la Arena - dice ella fríamente.
- Pronto me verás, después del banquete nos separamos y... ya veremos quién gana.
- Yo, por supuesto - sentencia la chica, sin ánimo de duda. Yo, mientras tanto, sigo escuchando; me hubiera gustado saber su plan... Siguen hablando
- Estás demasiado segura, quedan dos profesionales y el enano del 4... -eso me duele pero sonrio ligeramente, mientras me recompongo por dentro.
- Ese estará muerto para esta tarde, yo me encargaré de ello.- le corta Hanna.
- Tú sabrás lo que haces, solo te diré una cosa...- ahora es él el que está serio - no subestimes a nadie, a mí me subestimaron y ya ves donde estoy...
- Me... estas ahogando... - intenta decir la chica, ya casi sin aire.
Terminan la conversación y Will se va corriendo a esconderse mientras Hanna empieza a recorrer los alrededores con la mirada, al tiempo que inunda sus pulmones de aire varias veces. Intento escabullirme por el otro lado de la roca, lo consigo con éxito.
¿Cuál será su plan? ¿Qué le pasó a Will? ¿Qué será lo que los vigilantes creen que necesito?
- ¿Sabes nadar? - pregunta una pequeña Annie.
- Si, ¿tú no? - ella niega con la cabeza, al tiempo que fija los ojos en el horizonte y parece pensar profundamente.
- ¿Por qué...? - deja la mirada fija en algún punto.
- ¿Por qué el qué? - digo yo intrigado.
- Nada, pensaba en el por qué de las cosas. ¿Por qué las olas nunca se cansan de romper contra las rocas, Finnick? - la pregunta me deja boquiabierto, a mis diez años, la mayoría de ellos ligados al mar, jamás me había planteado algo así; así que me limito a decir lo que yo quiero creer.
- Porque quieren llegar a encontrarse con un océano lejano que hay al otro lado de Panem y, pasando las montañas, cruzando los páramos, esquivando los bosques de altos pinos podrán volver a verse. Annie
- Sigue contando, por favor Finnick.-ella se acerca a mi y apolla ligeramente su cabeza en mi hombro.
- ¿No te das cuenta de que cuanto más fuerte intenta una ola entrar en tierra, aun que fracase, la siguiente viene con más fuerza todavía?
- Es verdad - dice ella con los ojos abiertos y brillantes.
- Los viejos pescadores del pueblo dicen que el mar nos daña y nos enseña -al menos eso oí una vez - esta vez nos enseña a no rendirnos nunca y seguir luchando por nuestros sueños...
- ¿Finnick, tú tienes sueños?
- Mmm, sí ¿y tú? - se repiten en mi cabeza, "¿y tú, tienes sueños?","¿y tú, tienes sueños?","¿y tú, tienes sueños?","¿y tú, tienes sueños?","¿y tú, tienes sueños?"...
Bueno, espero que os halla gustado y que si es así comenteis, me sigais y os suscribais; dicho esto, os recomiendo un blog genial sobre: libros, noticioas, actualidad... http://silentwords98.blogspot.com.es/
Poco a poco me acerco a una roca, no para protegerme, sino para apoyarme; oigo voces y pego las rodillas al pecho empuñando el cuchillo en una mano y agarrado a la roca con la otra: son Will y Hanna, que por suerte no me han visto. Ahora no me puedo mover, y casi ni puedo respirar; ya que al más mínimo ruido me oirían y con ello me matarían. Les escucho hablar:
- Creo que aún faltan unos minutos para el banquete - dice Will con aire de superioridad, como si supiera que sus contrincantes no son lo suficientemente listos o fuertes para poder ganarle.
- Will, recuerdas el plan. - dice Hanna. No les veo, pero se les oye perfectamente, así que deben de estar muy cerca. Y además sé que no tienen miedo, sino no estarían en medio de la playa; aunque por otra parte yo tengo miedo y estaba en medio de la playa...
- ¿Por quién me tomas, linda? - grita Will, creo que agarrando a Hanna, ya que se oye un golpe y un grito de Hanna.
- ¡Aparta, inútil!
- ¿Siempre eres tan dura? - ríe Will - me has hecho daño.
- Eres un blando, me gustaría verte sin mí en la Arena - dice ella fríamente.
- Pronto me verás, después del banquete nos separamos y... ya veremos quién gana.
- Yo, por supuesto - sentencia la chica, sin ánimo de duda. Yo, mientras tanto, sigo escuchando; me hubiera gustado saber su plan... Siguen hablando
- Estás demasiado segura, quedan dos profesionales y el enano del 4... -eso me duele pero sonrio ligeramente, mientras me recompongo por dentro.
- Ese estará muerto para esta tarde, yo me encargaré de ello.- le corta Hanna.
- Tú sabrás lo que haces, solo te diré una cosa...- ahora es él el que está serio - no subestimes a nadie, a mí me subestimaron y ya ves donde estoy...
- Me... estas ahogando... - intenta decir la chica, ya casi sin aire.
Terminan la conversación y Will se va corriendo a esconderse mientras Hanna empieza a recorrer los alrededores con la mirada, al tiempo que inunda sus pulmones de aire varias veces. Intento escabullirme por el otro lado de la roca, lo consigo con éxito.
¿Cuál será su plan? ¿Qué le pasó a Will? ¿Qué será lo que los vigilantes creen que necesito?
- ¿Sabes nadar? - pregunta una pequeña Annie.
- Si, ¿tú no? - ella niega con la cabeza, al tiempo que fija los ojos en el horizonte y parece pensar profundamente.
- ¿Por qué...? - deja la mirada fija en algún punto.
- ¿Por qué el qué? - digo yo intrigado.
- Nada, pensaba en el por qué de las cosas. ¿Por qué las olas nunca se cansan de romper contra las rocas, Finnick? - la pregunta me deja boquiabierto, a mis diez años, la mayoría de ellos ligados al mar, jamás me había planteado algo así; así que me limito a decir lo que yo quiero creer.
- Porque quieren llegar a encontrarse con un océano lejano que hay al otro lado de Panem y, pasando las montañas, cruzando los páramos, esquivando los bosques de altos pinos podrán volver a verse. Annie
- Sigue contando, por favor Finnick.-ella se acerca a mi y apolla ligeramente su cabeza en mi hombro.
- ¿No te das cuenta de que cuanto más fuerte intenta una ola entrar en tierra, aun que fracase, la siguiente viene con más fuerza todavía?
- Es verdad - dice ella con los ojos abiertos y brillantes.
- Los viejos pescadores del pueblo dicen que el mar nos daña y nos enseña -al menos eso oí una vez - esta vez nos enseña a no rendirnos nunca y seguir luchando por nuestros sueños...
- ¿Finnick, tú tienes sueños?
- Mmm, sí ¿y tú? - se repiten en mi cabeza, "¿y tú, tienes sueños?","¿y tú, tienes sueños?","¿y tú, tienes sueños?","¿y tú, tienes sueños?","¿y tú, tienes sueños?"...
Bueno, espero que os halla gustado y que si es así comenteis, me sigais y os suscribais; dicho esto, os recomiendo un blog genial sobre: libros, noticioas, actualidad... http://silentwords98.blogspot.com.es/
domingo, 5 de enero de 2014
Concurso
Bueno, al final como pone el título me he decidido ha hacer un concurso y si sale bien quizá haga más y con premios mejores :)
Reglas y condiciones a seguir:
1. Para participar tendrás que decírmelo; bien por un comentario, por un mensaje, por tuenti, twitter etc. (Obligatorio)
2. Tendrás que escribir una historia sobre Lo que les pasó a Bonnie y Twill desde que terminaron de hablar con Katniss y porqué nunca llegaron al Distrito 13.
3. La historia tendrá que ser inventada por ti; no puede ser copiada, ni copiar partes, No.
4. La historia tendrá que ocupar un mínimo de 100 palabras; y un máximo de 900 palabras.
5. Podéis participar en grupos (no más de dos personas, y solo se podrá enviar una historia) en cuyo caso el premio se dividirá en dos ( es decir, habrá dos personajes con algo menos de protagonismo); pero habrá que avisar si vais a participar conjuntamente.
6. Para participar tendréis que mandarme un correo a: patifly.martinezmejia@gmail.com con la historia y vuestro nombre (o avatar/mote, no importa que no sea el nombre verdadero)
Casi se me olvida, el premio de este concurso es la publicación de dicha historia en el blog, además de basar un personaje que aparecerá en los próximos capítulos de "Así lo ve Finnick" en la persona ganadora, ya anunciaré cuando se cerrará el concurso y posteriormente al ganador o ganadora de este (para más preguntas hacerlas comentando).
Gracias tributos y espero que participéis, y que por supuesto os suscribáis para no perderos ningún capítulo nuevo de "Así lo ve Finnick". Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte.
Twitter: @mimismile10
Tuenti: Mimi Smile
Reglas y condiciones a seguir:
1. Para participar tendrás que decírmelo; bien por un comentario, por un mensaje, por tuenti, twitter etc. (Obligatorio)
2. Tendrás que escribir una historia sobre Lo que les pasó a Bonnie y Twill desde que terminaron de hablar con Katniss y porqué nunca llegaron al Distrito 13.
3. La historia tendrá que ser inventada por ti; no puede ser copiada, ni copiar partes, No.
4. La historia tendrá que ocupar un mínimo de 100 palabras; y un máximo de 900 palabras.
5. Podéis participar en grupos (no más de dos personas, y solo se podrá enviar una historia) en cuyo caso el premio se dividirá en dos ( es decir, habrá dos personajes con algo menos de protagonismo); pero habrá que avisar si vais a participar conjuntamente.
6. Para participar tendréis que mandarme un correo a: patifly.martinezmejia@gmail.com con la historia y vuestro nombre (o avatar/mote, no importa que no sea el nombre verdadero)
Casi se me olvida, el premio de este concurso es la publicación de dicha historia en el blog, además de basar un personaje que aparecerá en los próximos capítulos de "Así lo ve Finnick" en la persona ganadora, ya anunciaré cuando se cerrará el concurso y posteriormente al ganador o ganadora de este (para más preguntas hacerlas comentando).
Gracias tributos y espero que participéis, y que por supuesto os suscribáis para no perderos ningún capítulo nuevo de "Así lo ve Finnick". Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte.
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