sábado, 28 de diciembre de 2013

Capítulo 26

Hemos dormido poco, además Glow sigue sangrando mucho. No creo que pueda seguir así mucho más.
- Finnick... - intenta decir Glow, pero se le quiebra la voz.
- Dime Glow - digo sin mirarle, porque de alguna forma sé que está llorando.
- ¿Clare sufrió? - me quedo pensando un segundo y vuelvo al momento en que no pude agarrarla bien y nuestras manos resbalaron, todo ocurre mucho más lento en mis recuerdos; veo su cara mirándome mientras caía, me veo a mi bajo la lluvia, mojado, tropezando con las rocas que le caen encima y la asfixian, quiero pensar que, sin dolor el agua entra rápidamente en sus pulmones y la mata. Por el tiempo que transcurrió entre la caída de las rocas y el cañonazo, respondo.
- No, Glow - no estoy seguro ya que partes de ese recuerdo están algo borrosas, pero al menos Clare ya no puede sufrir más y con mi respuesta Glow, de momento, tampoco. Le miro de reojo mientras preparo ambas mochilas, hace un amago para sonreír pero se corta cuando me ve mirarle.
- ¿Qué haces, Finnick? - pregunta él tomando un trozo de carne seca de pájaro, mientras se levanta torpemente.
- Estoy preparando ambas mochilas por si acaso me pasa algo, que ganes tú los juegos - meto en ambas mochilas un trozo de saco y una olla. En la de Glow la red que tejí, un cuchillo, la mitad del pargo y un trozo de pájaro,  la botella de yodo, el filtro y unos corales que, a pesar de su mal olor y sabor pueden salvarte la vida, si no tienes que comer; además en un árbol escondo la medicina cicatrizante y el impermeable, así ambos sabremos donde encontrarlos si algo sale mal y nos separamos.

Es primera hora de la mañana y a falta de algo que hacer, además para no pensar demasiado en todo esto; Glow y yo nos decidimos a practicar la puntería con la lanza y los cuchillos. Colocamos unos rudimentarios objetivos a los que lanzar. Glow acierta a casi todos, cuando yo aún voy por el primero y sin éxito.
Pasan más o menos dos horas desde que empezamos y aun faltan otras dos para el banquete; la única buena noticia es que Glow ya no sangra ni vomita la comida.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Capítulo 25

- Buenos días, dormilón - digo a Glow , que ya está despierto e intento arrancarle una sonrisa.
- ¿Finnick? ¿Qué... qué ha pasado? - dice tocándose la venda con una mano y agarrándose al árbol con la otra para no caerse, parece mareado.
- Glow, tranquilo - le ayudo a sentarse en el suelo y le ofrezco algo de agua - bebe algo, voy a por comida.
Recojo la carne que, en efecto, se ha cocinado bastante bien y como un poco de pájaro por el camino, dejo el pescado para Glow porque es algo más blando que el pájaro. Lo parto y le ofrezco un trozo, pero lo vomita en cuanto lo traga y así con todo menos con el agua; estoy preocupado porque si no come algo morirá debido a la pérdida de sangre, no hablamos mucho durante los minutos siguientes.
- ¡¡¡Ah!!! - algo me da en la cabeza, lo cojo y veo que es un paracaídas, lo abro y me tapo la nariz, huele fatal. Es una crema poco espesa que parece sopa, y pegada a la tapa hay una cuchara. Le doy a Glow el recipiente con la crema y se lo toma poco a poco. Cada vez tiene mejor cara, y la palidez casi se ha desvanecido.
- ¿Está buena? - pregunto maliciosamente.
- Sí, ¿quieres probarla? -dice restregándome la cuchara por la cara.
- Eres asqueroso -digo limpiándome con los guantes y .
- Perdón, señorita - dice riéndose mientras se mete la última cucharada de crema en la boca.

Anochece rápido y el himno aparece. No he tenido valor para decirle a Glow lo de Clare, pero ya que él no ha preguntado supongo que lo habrá supuesto. Sale el sello del Capitolio y después la foto de Clare, la miramos atentamente (posiblemente sea la última vez que la veamos); después sale la foto de la chica del 12 y todo vuelve a la oscuridad. Si no me equivoco solo quedamos Glow, la chica del 1, el chico del 2, Will y Hanna, y yo. Seis. Meto la cabeza entre las rodillas y miro disimuladamente a Glow, tiene los ojos hinchados y desencajados, y le ha vuelto la palidez. Tan avanzados los juegos no debería haber aliados, así que me planteo dejar a Glow, pero en su estado sería como producirle una muerte lenta y dolorosa. Una voz me saca de mis pensamientos.
- Buenas noches queridos tributos - dice Caesar - como ya sabréis, los juegos están muy avanzados y todos ahora mismo necesitáis algo. Por esa razón os invitamos a un banquete y pensadlo bien antes de rechazar mi oferta; el banquete será al medio día, cuando el sol esté en lo más alto tendréis que acudir a la playa. - todo termina y vuelve el silencio, giro la cabeza hacia Glow y veo que la venda ya está otra vez empapada de sangre. Cambio la venda y veo que la herida no mejora.
-¿Vas a ir al banquete? - la pregunta me pilla por sorpresa.
- Sí - respondo con frialdad.
- ¿Por qué? - insiste él - Tú no necesitas nada de ese banquete -Lo pienso un momento, tiene razón yo no necesito nada.
- Ha dicho "todos", yo incluido... Además debemos separarnos y cuando eso pase quiero que estés en plena forma para que tengas las mismas posibilidades que los demás. - Sigo dándole vueltas a lo que los vigilantes creen que necesito, pero no doy con la respuesta.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Capítulo 24

Aunque la tormenta ha parado y el mar está muy tranquilo, el fondo está revuelto y como no se me ocurre otra forma de conseguir comida me sumerjo en el agua, no sin antes asegurarme de que Glow esta protegido.
Al cabo de un rato salgo del agua con un buen botín de ostras, cangrejos y algunos peces pequeños. Si no me equivoco quedan unas dos horas de luz y Glow no tiene pinta de despertarse así que durante la siguiente hora me dedico a tejer una cesta para guardar la comida, a colocar el papel filtro y el embudo para recoger un poco de agua y a cambiarle la venda a Glow cada vez que se empapa de sangre.
No tengo hambre, ni sueño, ni sed... y sé que como me quede pensando, la culpa por la muerte de Clare me reconcomerá por dentro y me derrumbaré o algo peor; me quedo atontado mirando uno de los cuchillos, sin darme cuenta lo cojo y me lo acerco para verlo más de cerca ¿cómo algo así puede ser capaz de arrebatarle la vida a una persona?
Miro hacia arriba y veo una hoja de palma que está a punto de caerse y sin pensar lanzo el cuchillo todo lo fuerte que puedo y soltando toda la furia que tengo acumulada; la rama no cae apenas la rozo pero un pájaro que pasaba por ahí no ha tenido tanta suerte, mi cuchillo se le ha clavado atravesándolo; este cae al suelo. Me acerco y lo observo, no lo reconozco, aunque con el cuchillo atravesado no es muy reconocible; no es un sinsajo, ni ningún pájaro de costa; de eso estoy seguro, posiblemente sea un muto del capitolio. Cojo el cuchillo por el mango, pero sin sacar al pájaro; aun no sé si es comestible. Corro a la mochila y busco el anzuelo, después arranco una finísima raíz y compruebo su resistencia. Perfecto. Ato la raíz al anzuelo y engancho en este un trozo de la carne del pájaro mientras meto en cuchillo en mi cinturón; si los peces se lo comen sin morir las personas también podremos. El concepto de muerte es diferente para cada persona, y aunque, para muchos aquí morir en los juegos es una forma de morir por su distrito.

Mientras intento pescar, un millón de pensamientos traviesan mi mente como relámpagos: Clare, los tributos, el Capitolio, los juegos, Annie... un tirón hace que pierda el equilibrio y acabe sobre la arena, tiro de la cuerda para recoger el sedal y cuál es mi sorpresa al sacar un enorme pargo que no solo no ha muerto con la carne de pájaro sino que intenta resistirse con toda su fuerza. Llevo un día y medio sin dormir, y la noche entera despierto, me vendrá bien comer algo aunque sea crudo. Escupo la arena mientras ando por la playa, con el pargo en la mano pienso en una manera de cocinarlo. Saco mi cuchillo, me doy la vuelta y echo a correr hacia la roca; hoy ha hecho mucho calor, las rocas deben de haber absorbido ese calor y si no me equivoco servirán para cocinar el pargo y la carne de pájaro; los coloco con cuidado y vuelvo a ver a Glow.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Capítulo 22-23 (Clare)

El agua sube poco a poco, estoy mojada y empiezo a tener frío; pero todo eso se compensa al estar junto a Glow, nunca había experimentado una sensación tan fuerte hacia a alguien, no sé explicar lo que siento. El pecho me va a estallar, me enamora cada parte de él, me encantan sus defectos; no me lo creo he dicho "me enamora", me lo repito una y otra vez; aflora mi sonrisa y tengo ganar de besarle. No parezco yo pensando de esta manera, cada segundo me asombro más de como una persona puede cambiar a otra sin quererlo si quiera, me gustaría gritar a los cuatro vientos "AMO A GLOW"...
¿Agua? ¿Subir? ¿Mojado? ¡La cueva se está inundando! Finnick nos grita una y otra vez, pero no le oigo hasta que se acerca con las provisiones, que parecen mojadas. Finnick señala el tragaluz y cuando Glow y yo nos empezamos a levantar él sube por el tragaluz a tientas de caerse, ya que la roca está empapada, al fin sube y Glow me aparta con dulzura para poder darle las mochilas a Finnick. Glow intenta subir junto a Finnick, después los dos me ayudaran a subir, porque si dependiera de mi misma ya estaría muerta. Glow está casi arriba, justo cuando va a darle la mano a Finnick, al apoyarse en un saliente este se rompe y Glow cae abriéndose una gran herida en la cabeza.
Estoy temblando, estoy muy asustada; la única persona que me daba seguridad en este valle de la muerte está inconsciente tendida en el suelo sin moverse, el agua de nuestro alrededor coge un color rojizo y el ambiente de la cueva huele a sangre y humedad; miro a Glow y después a Finnick, noto que mi piel se tiñe de blanco y Finnick se muerde el labio mientras piensa y yo me meto en su mente al atravesar esos impecables ojos azules que cualquier persona quisiera tener a sus pies.
- Coge a Glow por los brazos y dame sus hombros para subirlo, después le curaremos la herida de la cabeza -dice él seguro de si mismo, sus palabras me sacan de la inmensidad de sus ojos. Rápidamente cojo a Glow como me ha dicho Finnick, mientras él parece moverse torpemente sobre del tragaluz. Le doy a Finnick el cuerpo de Glow, que al cogerlo noto un débil pulso correr por sus venas, Finnick sube a Glow totalmente por el agujero de la caverna.
Sin darme cuenta rocas caen a mi alrededor y la cueva se empieza a desestabilizar, esquivo algunas piedras pero cada vez caen más y sin pensarlo salto a coger la mano de Finnick que me mira desde arriba. Al fin agarro la mano de Finnick, él hace un gran esfuerzo por intentar subirme, veo que su precioso pelo está empapado y el que una vez fue el chico más perfecto del mundo hoy parece frágil y asustado. El agua cae por nuestras manos y antes de que él pueda subirme suelto su mano poco a poco y me dejo caer, sé que para salvar a Glow y a Finnick debo soltarme y caer; no me ha costado tanto como pensaba, solamente dejo que la gravedad haga su trabajo y que mi corazón deje de latir poco a poco. Glow. La caída parece eterna al mirar arriba solo veo la desesperación de Finnick. Glow te. Finnick desaparece lo que a mí me parecen unos minutos, caigo al agua y el líquido rojizo de la caverna inunda mis pulmones a cada inhalación; alguien aparece en el tragaluz, Finnick, tropieza con rocas que caen a la caverna; me hundo poco a poco. Glow yo te. El aire sale de mis pulmones y las burbujas se deslizan entre las rocas, ya nada me duele, ya nada me daña, se me nubla la vista y apenas veo nada. Parece que floto, toco el fondo y poco a poco vuelvo a subir, antes de exhalar pienso e intento decir "Glow yo te quiero", pero ya puedo hacer nada.