sábado, 28 de diciembre de 2013

Capítulo 26

Hemos dormido poco, además Glow sigue sangrando mucho. No creo que pueda seguir así mucho más.
- Finnick... - intenta decir Glow, pero se le quiebra la voz.
- Dime Glow - digo sin mirarle, porque de alguna forma sé que está llorando.
- ¿Clare sufrió? - me quedo pensando un segundo y vuelvo al momento en que no pude agarrarla bien y nuestras manos resbalaron, todo ocurre mucho más lento en mis recuerdos; veo su cara mirándome mientras caía, me veo a mi bajo la lluvia, mojado, tropezando con las rocas que le caen encima y la asfixian, quiero pensar que, sin dolor el agua entra rápidamente en sus pulmones y la mata. Por el tiempo que transcurrió entre la caída de las rocas y el cañonazo, respondo.
- No, Glow - no estoy seguro ya que partes de ese recuerdo están algo borrosas, pero al menos Clare ya no puede sufrir más y con mi respuesta Glow, de momento, tampoco. Le miro de reojo mientras preparo ambas mochilas, hace un amago para sonreír pero se corta cuando me ve mirarle.
- ¿Qué haces, Finnick? - pregunta él tomando un trozo de carne seca de pájaro, mientras se levanta torpemente.
- Estoy preparando ambas mochilas por si acaso me pasa algo, que ganes tú los juegos - meto en ambas mochilas un trozo de saco y una olla. En la de Glow la red que tejí, un cuchillo, la mitad del pargo y un trozo de pájaro,  la botella de yodo, el filtro y unos corales que, a pesar de su mal olor y sabor pueden salvarte la vida, si no tienes que comer; además en un árbol escondo la medicina cicatrizante y el impermeable, así ambos sabremos donde encontrarlos si algo sale mal y nos separamos.

Es primera hora de la mañana y a falta de algo que hacer, además para no pensar demasiado en todo esto; Glow y yo nos decidimos a practicar la puntería con la lanza y los cuchillos. Colocamos unos rudimentarios objetivos a los que lanzar. Glow acierta a casi todos, cuando yo aún voy por el primero y sin éxito.
Pasan más o menos dos horas desde que empezamos y aun faltan otras dos para el banquete; la única buena noticia es que Glow ya no sangra ni vomita la comida.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Capítulo 25

- Buenos días, dormilón - digo a Glow , que ya está despierto e intento arrancarle una sonrisa.
- ¿Finnick? ¿Qué... qué ha pasado? - dice tocándose la venda con una mano y agarrándose al árbol con la otra para no caerse, parece mareado.
- Glow, tranquilo - le ayudo a sentarse en el suelo y le ofrezco algo de agua - bebe algo, voy a por comida.
Recojo la carne que, en efecto, se ha cocinado bastante bien y como un poco de pájaro por el camino, dejo el pescado para Glow porque es algo más blando que el pájaro. Lo parto y le ofrezco un trozo, pero lo vomita en cuanto lo traga y así con todo menos con el agua; estoy preocupado porque si no come algo morirá debido a la pérdida de sangre, no hablamos mucho durante los minutos siguientes.
- ¡¡¡Ah!!! - algo me da en la cabeza, lo cojo y veo que es un paracaídas, lo abro y me tapo la nariz, huele fatal. Es una crema poco espesa que parece sopa, y pegada a la tapa hay una cuchara. Le doy a Glow el recipiente con la crema y se lo toma poco a poco. Cada vez tiene mejor cara, y la palidez casi se ha desvanecido.
- ¿Está buena? - pregunto maliciosamente.
- Sí, ¿quieres probarla? -dice restregándome la cuchara por la cara.
- Eres asqueroso -digo limpiándome con los guantes y .
- Perdón, señorita - dice riéndose mientras se mete la última cucharada de crema en la boca.

Anochece rápido y el himno aparece. No he tenido valor para decirle a Glow lo de Clare, pero ya que él no ha preguntado supongo que lo habrá supuesto. Sale el sello del Capitolio y después la foto de Clare, la miramos atentamente (posiblemente sea la última vez que la veamos); después sale la foto de la chica del 12 y todo vuelve a la oscuridad. Si no me equivoco solo quedamos Glow, la chica del 1, el chico del 2, Will y Hanna, y yo. Seis. Meto la cabeza entre las rodillas y miro disimuladamente a Glow, tiene los ojos hinchados y desencajados, y le ha vuelto la palidez. Tan avanzados los juegos no debería haber aliados, así que me planteo dejar a Glow, pero en su estado sería como producirle una muerte lenta y dolorosa. Una voz me saca de mis pensamientos.
- Buenas noches queridos tributos - dice Caesar - como ya sabréis, los juegos están muy avanzados y todos ahora mismo necesitáis algo. Por esa razón os invitamos a un banquete y pensadlo bien antes de rechazar mi oferta; el banquete será al medio día, cuando el sol esté en lo más alto tendréis que acudir a la playa. - todo termina y vuelve el silencio, giro la cabeza hacia Glow y veo que la venda ya está otra vez empapada de sangre. Cambio la venda y veo que la herida no mejora.
-¿Vas a ir al banquete? - la pregunta me pilla por sorpresa.
- Sí - respondo con frialdad.
- ¿Por qué? - insiste él - Tú no necesitas nada de ese banquete -Lo pienso un momento, tiene razón yo no necesito nada.
- Ha dicho "todos", yo incluido... Además debemos separarnos y cuando eso pase quiero que estés en plena forma para que tengas las mismas posibilidades que los demás. - Sigo dándole vueltas a lo que los vigilantes creen que necesito, pero no doy con la respuesta.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Capítulo 24

Aunque la tormenta ha parado y el mar está muy tranquilo, el fondo está revuelto y como no se me ocurre otra forma de conseguir comida me sumerjo en el agua, no sin antes asegurarme de que Glow esta protegido.
Al cabo de un rato salgo del agua con un buen botín de ostras, cangrejos y algunos peces pequeños. Si no me equivoco quedan unas dos horas de luz y Glow no tiene pinta de despertarse así que durante la siguiente hora me dedico a tejer una cesta para guardar la comida, a colocar el papel filtro y el embudo para recoger un poco de agua y a cambiarle la venda a Glow cada vez que se empapa de sangre.
No tengo hambre, ni sueño, ni sed... y sé que como me quede pensando, la culpa por la muerte de Clare me reconcomerá por dentro y me derrumbaré o algo peor; me quedo atontado mirando uno de los cuchillos, sin darme cuenta lo cojo y me lo acerco para verlo más de cerca ¿cómo algo así puede ser capaz de arrebatarle la vida a una persona?
Miro hacia arriba y veo una hoja de palma que está a punto de caerse y sin pensar lanzo el cuchillo todo lo fuerte que puedo y soltando toda la furia que tengo acumulada; la rama no cae apenas la rozo pero un pájaro que pasaba por ahí no ha tenido tanta suerte, mi cuchillo se le ha clavado atravesándolo; este cae al suelo. Me acerco y lo observo, no lo reconozco, aunque con el cuchillo atravesado no es muy reconocible; no es un sinsajo, ni ningún pájaro de costa; de eso estoy seguro, posiblemente sea un muto del capitolio. Cojo el cuchillo por el mango, pero sin sacar al pájaro; aun no sé si es comestible. Corro a la mochila y busco el anzuelo, después arranco una finísima raíz y compruebo su resistencia. Perfecto. Ato la raíz al anzuelo y engancho en este un trozo de la carne del pájaro mientras meto en cuchillo en mi cinturón; si los peces se lo comen sin morir las personas también podremos. El concepto de muerte es diferente para cada persona, y aunque, para muchos aquí morir en los juegos es una forma de morir por su distrito.

Mientras intento pescar, un millón de pensamientos traviesan mi mente como relámpagos: Clare, los tributos, el Capitolio, los juegos, Annie... un tirón hace que pierda el equilibrio y acabe sobre la arena, tiro de la cuerda para recoger el sedal y cuál es mi sorpresa al sacar un enorme pargo que no solo no ha muerto con la carne de pájaro sino que intenta resistirse con toda su fuerza. Llevo un día y medio sin dormir, y la noche entera despierto, me vendrá bien comer algo aunque sea crudo. Escupo la arena mientras ando por la playa, con el pargo en la mano pienso en una manera de cocinarlo. Saco mi cuchillo, me doy la vuelta y echo a correr hacia la roca; hoy ha hecho mucho calor, las rocas deben de haber absorbido ese calor y si no me equivoco servirán para cocinar el pargo y la carne de pájaro; los coloco con cuidado y vuelvo a ver a Glow.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Capítulo 22-23 (Clare)

El agua sube poco a poco, estoy mojada y empiezo a tener frío; pero todo eso se compensa al estar junto a Glow, nunca había experimentado una sensación tan fuerte hacia a alguien, no sé explicar lo que siento. El pecho me va a estallar, me enamora cada parte de él, me encantan sus defectos; no me lo creo he dicho "me enamora", me lo repito una y otra vez; aflora mi sonrisa y tengo ganar de besarle. No parezco yo pensando de esta manera, cada segundo me asombro más de como una persona puede cambiar a otra sin quererlo si quiera, me gustaría gritar a los cuatro vientos "AMO A GLOW"...
¿Agua? ¿Subir? ¿Mojado? ¡La cueva se está inundando! Finnick nos grita una y otra vez, pero no le oigo hasta que se acerca con las provisiones, que parecen mojadas. Finnick señala el tragaluz y cuando Glow y yo nos empezamos a levantar él sube por el tragaluz a tientas de caerse, ya que la roca está empapada, al fin sube y Glow me aparta con dulzura para poder darle las mochilas a Finnick. Glow intenta subir junto a Finnick, después los dos me ayudaran a subir, porque si dependiera de mi misma ya estaría muerta. Glow está casi arriba, justo cuando va a darle la mano a Finnick, al apoyarse en un saliente este se rompe y Glow cae abriéndose una gran herida en la cabeza.
Estoy temblando, estoy muy asustada; la única persona que me daba seguridad en este valle de la muerte está inconsciente tendida en el suelo sin moverse, el agua de nuestro alrededor coge un color rojizo y el ambiente de la cueva huele a sangre y humedad; miro a Glow y después a Finnick, noto que mi piel se tiñe de blanco y Finnick se muerde el labio mientras piensa y yo me meto en su mente al atravesar esos impecables ojos azules que cualquier persona quisiera tener a sus pies.
- Coge a Glow por los brazos y dame sus hombros para subirlo, después le curaremos la herida de la cabeza -dice él seguro de si mismo, sus palabras me sacan de la inmensidad de sus ojos. Rápidamente cojo a Glow como me ha dicho Finnick, mientras él parece moverse torpemente sobre del tragaluz. Le doy a Finnick el cuerpo de Glow, que al cogerlo noto un débil pulso correr por sus venas, Finnick sube a Glow totalmente por el agujero de la caverna.
Sin darme cuenta rocas caen a mi alrededor y la cueva se empieza a desestabilizar, esquivo algunas piedras pero cada vez caen más y sin pensarlo salto a coger la mano de Finnick que me mira desde arriba. Al fin agarro la mano de Finnick, él hace un gran esfuerzo por intentar subirme, veo que su precioso pelo está empapado y el que una vez fue el chico más perfecto del mundo hoy parece frágil y asustado. El agua cae por nuestras manos y antes de que él pueda subirme suelto su mano poco a poco y me dejo caer, sé que para salvar a Glow y a Finnick debo soltarme y caer; no me ha costado tanto como pensaba, solamente dejo que la gravedad haga su trabajo y que mi corazón deje de latir poco a poco. Glow. La caída parece eterna al mirar arriba solo veo la desesperación de Finnick. Glow te. Finnick desaparece lo que a mí me parecen unos minutos, caigo al agua y el líquido rojizo de la caverna inunda mis pulmones a cada inhalación; alguien aparece en el tragaluz, Finnick, tropieza con rocas que caen a la caverna; me hundo poco a poco. Glow yo te. El aire sale de mis pulmones y las burbujas se deslizan entre las rocas, ya nada me duele, ya nada me daña, se me nubla la vista y apenas veo nada. Parece que floto, toco el fondo y poco a poco vuelvo a subir, antes de exhalar pienso e intento decir "Glow yo te quiero", pero ya puedo hacer nada.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Capítulo 23

Con una mano agarrando a Glow y con la otra ayudando a salir a Clare de la cueva, las piernas estiradas y haciendo esfuerzo para no caer y resbalar, y con la lluvia empapando todo y haciéndolo aún más resbaladizo. Clare ya está casi arriba pero el agua hace que nuestras manos resbalen y ella caiga inevitablemente al agua. Dejo cuidadosamente a Glow y me apresuro a ayudar a Clare, me levanto pero vuelvo a caer tropezándome con una roca que cae a la caverna. Una tras otra las piedras van cayendo en la caverna. Poco a poco el agua sigue subiendo y las piedras cayendo, no puedo hacer nada y además ya no veo a Clare; me temo lo peor cuando suena un cañonazo, las lágrimas luchan por fluir libremente por mis mejillas.
-Clare ¡Clare! - grito todo lo que puedo, no obtengo respuesta. No puedo bajar ya que el agua ya cubre las rocas y si lo hiciera me ahogaría yo también, además Glow sigue sobre la roca, que ahora es roja, y temo que, si tardo mucho en ayudarle sea demasiado tarde para él.
Me decido y bajo a Glow de las rocas, la tormenta empieza a amainar; claro, los Vigilantes ya han tenido espectáculo con la muerte de Clare. Antes de que acabe la tormenta suena otro cañonazo aunque por el horizonte ya se ve despuntar el alba.

Glow sangra muchísimo, y al tomarle el pulso noto que cada vez va más lento, eso es malo; le vendo la cabeza y le hecho algo de ungüento.
Ahora solo falta sacarle de aquí y llevarlo a algún lugar seco y caliente, miro al frente y me tomo unos segundos para pensar y analizar de nuevo la Arena, lo pienso una y otra vez y se me ocurre llevarle al árbol hueco que utilicé como escondite al principio de los juegos. Llegamos a él y meto a Glow dentro, le tapo con el impermeable, le meto en el saco y tapo el agujero. Yo estoy fuera intentando secar la mochila; hemos perdido la comida, toda ella esta empapada, incomestible.
Hay dos razones por las que tengo que mantenerme activo: la primera, porque sino empezaré a pensar en Clare, en su muerte, en que fue culpa mía, si no la hubiera soltado ni hubiera tropezado con esas rocas ella aún viviría y aunque hay una parte que sabe que estamos en los juegos del hambre y que si quiero ganar tarde o temprano todo esto debía de pasar siento que no es justo..., y la otra es que pronto anochecerá y no tenemos comida y casi, ni refugio; he pasado la mayor parte del día llevando a Glow a cuestas ya que el árbol está bastante lejos de las rocas.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Capítulo 22

- Finnick... - Clare no sabe que decir; y yo, aunque por dentro sonrío, tampoco sabría lo que decir en un momento así. Sé que Clare no mira a Glow, ya que se le ve gran felicidad reflejada en la cara. Al fin sonrío, y ni quiero ni pido más explicación; encontrar a Clare y Glow besándose demuestra la sinceridad de Glow esta mañana, también demuestra que Clare le quiere y que a pesar de las circunstancias el amor lo supera todo. Estoy feliz por ellos, pero por otro lado me entristezco porque, al fin y al cabo, en los Juegos del Hambre solo hay un vencedor y mi mayor deseo es volver a ver a Annie.
Debo recordarme la situación en la que me encuentro a cada momento, se me olvidan los peligros y eso en la Arena puede costarte la vida; ando un poco por la cueva, inmerso en mis propios pensamientos, me cuesta un poco caminar: muevo un poco los pies y oigo el salpicar del agua, miro abajo y veo que el agua me moja hasta el tobillo de las botas. Miro hacia Clare y Glow pero no se dan cuenta de nada, están a lo suyo.
Corro hacia las cosas, el agua ya las ha mojado y digo - ¡La tormenta ha hecho subir el nivel del agua, sino salimos nos ahogaremos! - abro las mochilas y veo que solo hemos perdido la linterna, que al mojarse se ha cortocircuitado. Por fin Clare y Glow salen de su aletargo y reaccionan a mis palabras. La única salida disponible, el tragaluz (ya que la otra al subir el nivel del agua sería imposible salir por ella debido a nuestra poca capacidad pulmonar) está mojada y eso nos dificulta la subida. Subo yo primero ya que soy el más fuerte, Glow me pasa las mochilas y a continuación sube él, así entre los dos podremos ayudar a subir a Clare. Glow se apoya en un saliente y cuando va a darme la mano la roca cede y Glow cae dándose en la cabeza. Glow está en el suelo, inmóvil, el agua se tiñe de rojo rápidamente; Clare palidece y me mira, noto en su cara el miedo por ver así a Glow; me muerdo el labio, lo que me da unos segundos para pensar.
- Coge a Glow por los brazos y dame sus hombros para subirlo, después le curaremos la herida de la cabeza - hablo como si no fuera yo, como si fuera alguien maduro y responsable que sabe perfectamente lo que hace a cada momento. Engancho las punteras de las botas a una roca y me doblo sobre mi tronco para meter la cabeza y los brazos por el tragaluz y subir a Glow, mientras tanto Clare ya tiene el agua por los muslos; cojo a Glow y lo deslizo por las rocas intentando dañarlo lo menos posible, cuanto más peso hay sobre la cueva peor, al ceder la roca donde estaba Glow apoyado ha debido de desestabilizar la cueva.
Clare, que ya tiene el agua por la cintura me agarra la mano.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Capítulo 21

La tormenta ha empeorado; y el viento, la lluvia y la arena hacen imposible salir de nuestro escondite.
No me había fijado pero la cueva es bastante grande, unos cuatro metros de ancho por cinco de largo, además, es bastante regular así que se podría medir con facilidad; Glow y Clare están bastante juntos el uno del otro, y yo estoy solo (como casi toda mi vida). Hemos pasado casi todo el día en la cueva, excepto cuando Glow y yo salimos por el tragaluz, esto es bastante aburrido así que decido reorganizar y racionar las provisiones; tenemos poca comida, entre tres, por mucho que Glow y Clare les robaran a los profesionales, comemos mucho para reponer fuerzas; en cuanto a los demás utensilios, tenemos: la olla, una botella de agua, dos cuchillos y una lanza, el saco de dormir partido por la mitad, papel filtro, tres cuartos de la botella de yodo, el anzuelo, el impermeable, el bote de la medicina cicatrizante, la linterna, el filtro, las vendas y algo que no había visto desde que dejé el Capitolio, es el colgante de la ballena. Me lo pongo rápidamente y lo ato con el nudo más fuerte que puedo. No sé cómo habrá podido llegar eso hasta allí, pero gracias a él ahora me siento un paso más cerca de casa, sobre todo un paso más cerca de Annie y eso me hace sacar una gran sonrisa; parezco idiota sonriéndole a la pared, y cuando miro hacia Glow y Clare veo que, con cara de asombro me observan en silencio. Como si nada hubiera pasado, la sonrisa se me borra y aunque siento un ligero calor en las mejillas, con total tranquilidad pregunto:
- ¿Qué pasa? - sonrío ligeramente de forma maliciosa, levantando las cejas - Vosotros a lo vuestro y yo a lo mío.
- Sí... sí, claro -dice Glow tragando saliva. No me apetece estar más ahí, así que se me ocurre salir al tragaluz, ya que, si no me equivoco ya es la hora del himno.
Cojo el impermeable y me cubro con él, es algo corto para mi gusto y además no me pongo la capucha; sigue lloviendo y el viento arrecia muy fuerte, lo único que la arena ya no impacta sobre mi cuerpo como proyectiles a gran velocidad; no es agradable estar bajo la tormenta, pero salgo de mi aletargo al oír el himno; desde el encuentro con los profesionales han muerto tres tributos: el chico del 1, al que tire el hacha y desgarré su muslo; y después la chica del 11 y la chica del 3.
Bajo por el tragaluz, otra vez, y cual es mi sorpresa al ver la escena.

Capítulo 20

Soy el primero en despertarme, abro los ojos y veo los rayos del sol que entran por el tragaluz e inundan todo de color naranja, igual que en mi habitación del Distrito 4, veo que Glow está despierto y mirando a Clare; esa mirada me es tan familiar... ,como el día que conocí a Annie.
Me acuerdo perfectamente, teníamos unos seis años y yo estaba aprendiendo a nadar,
- Nadas muy bien - una voz dulce de niña sonó a mis espaldas, gire la cabeza y vi a Annie; pelirroja, de pelo largo y lacio, ojos grandes y claros, esbelta y de expresión tímida.
- Gracias - dije con una enorme sonrisa - ¿cómo te llamas?
- Annie - dijo ella con un hilo de voz, despacio se acerca a mi
- Yo soy Finnick - salí del agua y me senté en la arena, poco a poco ella se acerco y se sentó conmigo.

- Glow - da un respingo y me mira con cara de asco.
- ¿Qué? - no puedo evitar sonreír, Glow sigue con el ceño fruncido.
- ¿Qué te parece Clare? - la pregunta le pilla por sorpresa ya que cambia su expresión totalmente, en realidad no sé porque he preguntado. No responde así que, despacio, como si no quisiera que me viera llegar; despacio, muy despacio, me acerco a él y le miro a los ojos. Se le humedecen los ojos por momentos, entonces sé lo que debo de hacer. Sé cómo se siente. Le indico el tragaluz y los dos salimos por él.
Nos acomodamos en las piedras y tras coger aire y soltarlo lentamente dice:
- Siento algo muy fuerte por Clare - empieza a sudar mucho, continua - pero.. es que... - se le quiebra la voz antes de terminar.
- Sé lo que quieres decir -le entiendo; estamos en los Juegos del Hambre y sentir algo, aunque sea mínimo, por alguien a quien posiblemente tengas que matar o le veas morir es una gran debilidad y te puede costar la vida en la Arena.
Oímos un cañonazo y al mirar hacia los profesionales vemos que en su campamento solo hay una figura, un vigía.
Glow sigue sudoroso y se limpia las palmas de las manos en los pantalones, después se agarra con una mano a la roca y con la otra se seca las lágrimas que ya le empiezan a aflorar; le miro con pena, pero enseguida pienso en quitar esa cara ya que yo odiaría que alguien me mirara de esa forma. Pienso unos segundos y digo lo único que se me ocurre, y en mi opinión lo mejor que se podría decir en esta situación.
- Disfruta del tiempo que estés junto a ella -trago saliva y respiro -y sobre decirle lo que sientes... piénsalo pero si se lo vas a decir hazlo cuanto antes... - pongo la mano en el hombro de Glow y él asiente lentamente. Se seca otra vez las palmas de las manos en los pantalones, al tiempo que se muerde el labio; cuando acaba se limpia las perlas de sudor de la frente y respira tan hondo que creo que le van a estallar los pulmones; expulsa el aire poco a poco mientras sube la cabeza, cuando la levanta del todo le ha vuelto ese brillo en los ojos y vuelve a exhibir su característica sonrisa maliciosa, se alborota el pelo y me mira como si quisiera decir algo; sé lo que me quiere decir pero no le salen las palabras.
- Hola, chicos. ¿Qué hacéis aquí? - la voz de Clare nos sorprende y a Glow parece que se le atragantan las palabras.
- Estábamos vigilando a los profesionales, al parecer se han ido de caza - otro cañonazo, intento sonar tranquilo pero la voz me sale ronca y seca. Clare sonríe y Glow hace un intento de imitarla, pero empieza a llover y rápidamente nos metemos en la cueva para resguardarnos.

sábado, 19 de octubre de 2013

Capítulo 19

Los minutos pasan, al menos eso creo, y Glow sigue sin aparecer; pronto sonará el himno y si su cara aparece me destruiré en millones de pedazos, aunque por otra parte estaré un paso más cerca de casa. Un pensamiento tan egoísta no es propio de mí, pero estamos en los Juegos del Hambre y echo tanto de menos el Distrito 4; Annie, el mar, sentir la brisa sentado en la playa mientras minúsculos granos de arena rozan mi piel junto con gotas que refrescan el ambiente igual que una mañana de primavera con el rocío cayendo suavemente de las hojas. Un ruido me despierta de mis pensamientos, Glow cae rodando con algo en las manos.
- Idiota, pensaba que habías muerto - exclamo intentando darle un puñetazo, él lo esquiva.
- Ya ves que no, por cierto traigo regalos - sonríe levemente, como sin aún falta algo.
- Ni que fuera mi cumpleaños.
En mi distrito, el 4, el cumpleaños se celebra con una fiesta con mucha comida y al atardecer yendo al mar y dar un pequeño sorbo por cada año que tengas; por supuesto también recibes un pequeño regalo.
- Algo parecido - dice guiñándome un ojo.
 De una red tejida toscamente saca: un puñado de frutas, una linterna y un minúsculo aparato con pinta de embudo.
- ¿Sabes que tenemos vecinos?
- Sí - responde él haciendo una mueca y señalando la bolsa.
- Ya veo, por cierto ¿qué es esto?- digo manipulando entre mis dedos el extraño embudo.
- Creo que es un filtro, quita la sal del agua - dice Glow algo intranquilo, sube por el tragaluz y gira la cabeza, inquieto, como si buscara algo o a alguien.
- ¿Qué buscas? - pregunto frunciendo el ceño
- Calla, Finnick - dice él bajando del tragaluz.
- Pero...
- Calla, come algo - dice Glow lanzándome la última galleta y un trozo de fruta.
Me apetece nadar, y Glow se está comportando de forma extraña; así que cojo mi cuchillo y me meto en el agua por el estanque que conecta con el mar; dejando a un lado la comida me sumerjo y cuando salgo a la superficie, veo a Clare corriendo hacia las rocas y detrás a toda la manada de profesionales lanzándole cuchillos, lanzas y espadas.
Sin pensarlo dos veces corro hacia ella, en ese momento suena el himno que anuncia que hoy no ha muerto nadie, al menos de momento; cojo una lanza y se la lanzo a los profesionales, Will la esquiva pero el chico del uno no tiene tanta suerte y se le clava en el muslo. Me he quedado en blanco, Clare es rápida y llega hasta mí con varios metros de ventaja; tengo que pensar rápido y eso hago, ya que si la llevo por el tragaluz los profesionales podrían seguirnos, decido entrar por la entrada que conecta con el estanque pero me doy cuenta de que Clare viene sangrando mucho y que tiene la ceja abierta.
- Clare, esto va a dolerte; coge aire - Clare asiente y nos sumergimos. Llegamos a la cueva, le lanzo una mirada asesina a Glow y le tapo la boca con la mano; arriba oímos voces.
- ¿Dónde se habrán metido esos malditos ladrones?
- Déjalos Will, ya les mataremos.
- Sí, antes hay que ocuparse de Owell
- Sí eso, ¿le matamos? si ya no sirve para nada.
- ¿Qué piensas Hanna?
- Yo me ocupo - todos se ríen. Cae un paracaídas plateado con vendas, vendamos la cabeza a Clare y nos vendamos Glow y yo, esto está mucho mejor que las vendas de hojas.
Cuando sé que no hay peligro, no aguanto más y al final pregunto:
- ¿Por qué venían persiguiéndoos los profesionales? - Clare y Glow se miran, y yo los miro a los dos con los ojos entrecerrados.
- Bueno... - dice Clare, el rojo ya aflora en sus mejillas
- Mira Finnick, lo que pasó fue un accidente; un plan fallido -le miro con cara de incredulidad, continua hablando - fui a revisar unas trampas que dejé en mi anterior escondite, y allí encontré a Clare -la miro y ella me devuelve la mirada con ojos culpables- se nos ocurrió un plan; pensamos en robar la comida de los profesionales, ya que, como verás, nos estamos quedando sin comida y por aquí hay pocas cosas que comer; Clare y yo urdimos un plan: como ella era mucho más rápida y ágil que yo, les distraía y mientras la perseguían yo cogería la comida, pero y aunque sabíamos el riesgo que eso tenía no pensábamos que seguirían a Clare hasta la cueva... -los dos bajan la cara y aunque yo podría seguir reprochándoles cosas me limito a decir.
- ¿Cómo te hiciste eso Clare?
- Por... por el bosque, no vi una rama - dejamos el tema aparte y comemos algo.
 Intentamos dormir, pero al rato suenan dos cañonazos.

viernes, 11 de octubre de 2013

Capítulo 18

- Glow, despierta- digo dándole un codazo - están poniendo el himno.
- ¿Quién ha muerto? - dice frotándose los ojos.
- La chica del 7 y el chico del 3.
- Eso ya lo sabíamos- dije volviéndose a acurrucar.
Le quito la chaqueta y digo - No podemos quedarnos aquí toda la noche en medio de la playa, ¿quieres que nos maten?- sacude la cabeza - además me toca dormir a mi un rato.
- Y ¿a dónde vamos?- añade mientras recogemos las cosas.
- No losé, podríamos volver a mi escondite o...
- Podríamos volver al mío; no nos engañemos, Finnick, si volvemos a cualquiera de ellos nos encontrarán.
- ¿Qué propones?
- A ver en esta arena hay tres partes: las dunas, el mar y las rocas; y la maleza.
- Sí- asiento
- Pues mira, ayer huyendo de los profesionales, al ir hacia las rocas me caí en un agujero; era una cala subterránea, lo que significa que hay otra forma de entrar aunque sea teniendo que nadar.
Nos dirigimos hacia las rocas, dejamos caer las provisiones por el agujero y nos metemos en el agua.

Está amaneciendo y veo a Glow exhausto, cogido a una roca.
- ¿Estas bien?
- Sí, solo es la sal y el costado. No pegan - no le creo, sé que su costado empeora y el coral no hace efecto.
- Sal del agua y entra por la grieta.
- Vale - se nota que lo dice aliviado.
Llevo un buen rato buscando la entrada pero no la encuentro, voy a subir a la superficie cuando me doy en la cabeza. Me doy cuenta que estoy en una cueva submarina y que, ahí delante se ve luz; sigo nadando y encuentro la cala, hay una especie de tragaluz y por él cae un paracaídas plateado; lo cojo, lo abro y veo un pequeño botecito con crema.
- ¡Glow! ¡Glow! - en cuanto le llamo cae rodando por el tragaluz, se levanta de un salto y suelta.
- Dime - le enseño el paracaídas a modo de respuesta.
- Creo que es para cicatrizar las heridas- lo aplico en su costado y después en mi hombro.
- Deberíamos dormir, aquí no nos encontrarán - no le contradigo ya que estoy agotado, cojo el saco y me dispongo a dormir; Glow está tumbado con la cabeza en una roca, no estoy seguro de lo que voy a hacer pero igualmente lo hago. Cojo el cuchillo y rompo el saco por la mitad, me tumbo sobre una mitad y le tiro la otra a Glow; tarda un rato en cogerlo pero acaba haciéndolo.
- Gracias - responde con un hilo de voz.
- De nada - respondo sin inmutarme.

Abro los ojos y la luz naranja del sol inunda la cueva; ya es media tarde; Glow no está, ni tampoco uno de mis cuchillos. Cojo el cuchillo sobrante e intento subir por el tragaluz, me doy repetidas veces contra la roca pero el hombro no me duele, la cicatriz casi ha desaparecido.
Ya estoy en la superficie y no veo a Glow, solo a los profesionales: están acampados justo enfrente, bajo unos árboles y yo me pregunto si tendrán ahí a Glow o ya lo habrán matado y yo no he oído el cañonazo, si es así en un par de horas lo sabré.


Espero que os haya gustado, y si es así que os suscribáis, comentéis y lo paséis. Muchos besos y que la suerte está siempre de vuestra parte, tributos :)

viernes, 4 de octubre de 2013

Capítulo 17

Amanece en por el horizonte, me tomo una barrita y bebo un trago de agua; ahora mismo mi prioridad es encontrar comida. Me pongo en marcha con la mochila al hombro y el cuchillo en la mano; me aseguro de no dejar rastro. Comienzo a escalar una duna y cuando llego a la cima, un cañonazo hace que pierda el equilibrio; caigo rodando por la duna a gran velocidad, al tiempo que intento no clavarme el cuchillo; mi hombro herido sufre con cada vuelta, llegar abajo es un alivio; me quedo tumbado, aturdido y con las manos clavadas en el suelo; poco a poco voy relajando el cuerpo acompañado del ruido de las olas, levanto la cabeza y veo el mar, al principio parece un espejismo debido al calor pero no, es real.
- ¡Maldita estúpida! no tienes nada.- esa voz me sobresalta y hace que me esconda detrás de una gran roca. Asomo ligeramente la cabeza y veo al chico del 3 zarandeando el cadáver de la chica del 7, ese debió de ser el cañonazo que oí antes - ¿qué es eso? - el chico se dirige hacia el sitio donde caí, miro hacia allí y veo mi mochila ¡se me ha olvidado cogerla después de la caída! Tengo que pensar rápido: me lanzo sobre él solo con mi cuchillo, en medio de la pelea le clavo el cuchillo en el cuello, cae al suelo y torpemente le saco el cuchillo, con lo que se ahoga con su propia sangre y finalmente suena el cañonazo. Solo quedamos 11. Cojo todo lo que tiene, lo suyo y lo de la chica, y me aparto para que puedan recoger los cadáveres.
- Bravo, bravo, bravo- dice una voz acompañada de un aplauso que sale de los arbustos, cojo la lanza y me dispongo a lanzarla cuando veo aparecer una pícara sonrisa que me resulta familiar.
- Casi te mato, idiota. - digo bajando las armas.
- Estos son los Juegos del Hambre, aun que dudo que lo consiguieras.
- ¿Seguro? - digo cogiendo el cuchillo y apuntando a Glow con él.
- Ey, tranquilo - dice cogiendo mi mochila - ¿qué tienes?
- Comida no - Glow se va corriendo a los arbustos y tras un rato vuelve con algo en las manos.
- Ten, anda - dice tirandome unas tiras de carne seca y un par de galletas saladas.
- ¿De dónde lo has sacado?
- Di mejor: ¿a quién se lo he robado? - mientras comemos me doy cuenta del corte que tiene en el costado derecho
- ¿Cómo te hiciste eso? - digo señalando el corte
- Los profesionales, me pillaron robándoles las provisiones.
- ¿No cogiste nada de la cornucopia?
- Pues no, mis delgadas piernas no dan para tanto.- muerde un trozo de carne - y a ti ¿qué te ha pasado?
- La tributo del 1 y su punzón.
- Ya veo que a esa chica no la has conquistado.- le miro fijamente frunciendo el sueño, se asusta y después me rio.

Después de comer, veo el dolor de Glow; así que me meto en el mar y busco un coral que desinfecta y cicatriza las heridas. Cuando vuelvo se lo aplico mientras me insulta repetidas debido al escozor.
Al final de la tarde Glow duerme profundamente y yo me pregunto cuanto tiempo podremos seguir así.


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viernes, 27 de septiembre de 2013

Capítulo 16

Aquí lo tenéis, si os gusta por favor comentad. Besos

Llegamos a una pequeña sala donde hay dos puerta, allí nos despedimos de Mags y me quedo solo con Tigris. En la pequeña sala secundaria solo hay un banco y mi traje de la arena; Tigris lo examina y queda muy sorprendido ya que, según él, tiene una propiedades parecidas a la piel de los lagartos, que acumulan calor cuando hace frío y te mantienen fresco cuando hace calor; estoy descolocado, además de con los nervios a flor de piel, ¿qué ingeniosa arena se les habrá ocurrido esta vez a los Vigilantes? No tengo ni idea.
Me visto y me miro la ropa: una maya ajustada a modo de pantalones, guantes sin dedos, chaqueta ancha con capucha y botas hasta la rodilla con cordones.
- Veinte-segundos - dice una voz robótica.
Abrazo fuertemente a Tigris, me coloca el pelo. Me meto en el cilindro de cristal y en cuanto empieza a moverse una intensa luz me golpea en los ojos.
Ya estoy en la superficie, analizo todo en los pocos segundos que tengo; veo a Clare varios tributos a mi izquierda; a Glow no le veo, tengo a mi lado al bruto del 2 y a Hanna del 9.
Analizo mis posibilidades, soy rápido y más en arena; veo una mochila azul en uno de los laterales de la Cornucopia ¡Eso es! Decidido; voy a por la mochila, la cojo y salgo pitando en la misma dirección (es decir, en línea recta).
- ... 5; el corazón se acelera, 4; sí, iré directo hacia la maleza y árboles secos del otro lado de la sabana, 3; va por ti Annie, 2; mierda, no hay ningún tridente, 1; ¿qué voy a hacer si no se manejar cuchillos, arcos o lanzas? y al parecer eso es lo único que hay, suena el pitido y... me lo he perdido. Todos los tributos me llevan varios segundos de ventaja, corro todo lo que me permiten las piernas y adelanto a varios tributos, se nota que la arena les entorpece. Bien, casi he llegado a mi objetivo; por el camino, pero sin dejar de correr, cojo un cuchillo, una pequeña caja cuadrada y una lanza.
Mi objetivo, al fin, me agacho a recogerla y al levantarme un punzón me abre una raja poco profunda pero dolorosa en el hombro; miro en la dirección el la que ha venido el punzón y veo a la chica del 1; cojo el punzón y se lo lanzo, como no, fallo.
Salgo corriendo en la dirección predeterminada y me alejo del baño de sangre.

Una vez lejos encuentro un árbol de tronco grueso que está vacío, me meto y me curo la herida del hombro, menos mal que no es grave, después saco todo lo que tengo, en la mochila azul: una olla, una botella de agua llena, dos barritas energéticas, otro cuchillo (con eso tengo dos cuchillos y una lanza), un saco de dormir, papel filtro, un pequeño botecito de yodo y un trozo de alambre curvado, ¿alambre curvado? eso me suena, es... ¡¡un anzuelo!! Sí, un anzuelo; en esta ocasión han estado bien los Vigilantes. En la caja cuadrada hay un plástico verde; no, no es un plástico, es un impermeable; me viene de perlas ya que empieza a llover. Empieza a anochecer, suena el himno, aparece el sello del capitolio y empiezan a pasar caras: la chica del 2, los dos del 5, la chica del 6, el chico del 7, los dos del 8, los dos del 10, el chico del 11 y el chico del 12 (quedamos 13, incluyendo a Clare, Glow y a todos los profesionales menos uno); cada vez hace más frío, se nota que es el desierto; coloco unas ramas delante del agujero del árbol, me meto en el saco, me tapo con la chaqueta y me sumerjo en un sueño ligero, con el cuchillo agarrado.


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lunes, 23 de septiembre de 2013

¡Gracias!

Hola queridísimos tributos, esta entrada es especial; y no, no es viernes y no os habéis dado cuenta, solamente que: Hoy, como cada día, me he metido en el blog para avanzar un poco en los capítulos y cuál es mi sorpresa al ver que... ¡¡YA TENEMOS MÁS DE 1000 VISITAS!! sé que, comparado con otros blogs es muy poco y que a algunos de vosotros os puede parecer una tontería; pero para mí es super importante ya que eso significa que os gusta o al menos tenéis curiosidad por mi historia.
Solo era agradeceros por leer mi historia y por el apoyo de algunas personas (ya bien haya sido por tuenti, mensaje o comentario en el blog), gracias otra vez y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte.
Y ya sabéis si tenéis alguna pregunta sobre el blog, la historia; alguna crítica constructiva, ya bien sea positiva o negativa; comentad, pasadlo a vuestros amigos y suscribiros (si no sabéis suscribiros preguntadlo en un comentario) Besos, P.


viernes, 20 de septiembre de 2013

Capítulo 15

Ya estamos aquí, se acabo la espera. Siento que sea algo corto, pero quiero que sea en el siguiente capítulo donde empiecen los juegos. Gracias, y espero que os guste :)


Vueltas, vueltas y más vueltas por la cama. Me es imposible dormir ahora mismo; mañana son los juegos y eso aumenta mis nervios.
Salgo de mi habitación; está todo muy oscuro, sin saber qué hacer me meto en el ascensor y doy a varios botones sin mirar, el ascensor sube y se abre dos plantas más arriba. Mis ojos se acostumbran a la oscuridad y veo unos ojos mirándome fijamente.
- ¡¡Ahh!! -grito, acompañando este de un salto hacia atrás.
- No grites, vas a despertar a todo Panem - dice un chico delgaducho, de ojos grises caídos y pelo rojizo alborotado; tapándome la boca con la mano.
- ¿Qué haces despierto a estas horas?- digo quitándome su mano de la boca.
- Yo podría preguntarte lo mismo ¿no?, por cierto soy Glow -dice con una sonrisa maliciosa.
- Yo Finnick - digo frotándome los labios con la mano.
- Te reconozco, hiciste furor en las entrevistas y tu 10 no se queda corto - sabe más cosas de mi que yo de él, es más no recuerdo haberle visto en mi vida.
De repente, como un chispazo veo su imagen en los entrenamientos; es ese chico que se reía del profesional al que Clare lanzó un cuchillo.
- ¿Qué haces despierto tan tarde Glow?
- Lo mismo que tú, supongo -respira hondo, hace una pausa y continua- los nervios del día antes de los juegos - dice con total tranquilidad mirando a la nada.
- Si, supongo - el ascensor se cierra y nos sentamos en el suelo apoyados en la pared. A través de uno de los ventanales vemos un aerodeslizador que rompe el silencio de la noche.
- Eso es un KG5, se construyen en mi distrito. Se construyen con placas de titanio fundido con varias aleaciones de diamante. - no entiendo nada, aun que tampoco es que estuviera prestando mucha atención, y mi cara lo demuestra, Glow me mira y se ríe- no es el mejor momento para hablar de esto - nos reímos juntos durante un rato.
Hasta que de repente por fin lo recuerdo la nota de Glow: 9, su entrevista no estuvo mal.
El silencio se rompe y digo
 -Deberíamos dormir algo, nos... nos vemos mañana.
- Adiós Finnick
- Adiós Glow
Y mientras recorro el trayecto en ascensor que me separa de mi cama, pienso que me gustaría aliarme con ese chico.


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sábado, 14 de septiembre de 2013

Capítulo 14

Estoy en la cola esperando mi turno. Estoy nervioso.
 Primero llaman a Clare, esta guapa; lleva un vestido corto de tirantes amarillo, zapatos planos del mismo color y su pelo rojizo está recogido en una trenza que han colocado sobre su cabeza a modo de diadema. Sale al escenario, al principio se queda paralizada, pero después de un rato coge confianza y empieza a hablar de forma natural con Caesar. Para Clare ha estado muy bien, aun que sé que para los demás ha sido una entrevista simplona y mediocre.
-Finnick Odiar - todo el mundo aplaude y vitorea mi nombre. Me armo de valor y en cuanto piso el escenario saco mi mejor sonrisa.
- Buenas noches Caesar
- Buenas noches a ti también Finnick, estas muy guapo y seguro que no soy el único que lo pienso ¿no es verdad?- dice mirando al público que inmediatamente empieza a gritar.
- Muchas gracias - digo guiñando un ojo al público, con lo que aumentan los gritos.
- Uy ya veo que te has ganado muchos admiradores, yo incluido- dice riendo- Bueno Finnick, cuéntanos ¿hay alguien especial que ocupe tu corazón? -mi expresión se vuelve más brusca y Caesar lo nota
-Bueno... - respondo intentando parecer feliz y nada molesto, estoy tirando tan fuerte del collar que puede que me ahogue ahí mismo.
- Ya veo, solo respóndenos a una cosa ¿ella está o ha estado alguna vez en el Capitolio?- Abro mucho los ojos y levanto las cejas dando a entender que puede que sea alguien del Capitolio.
- ¡Claro que sí! - exclamo con una sonrisa, lo que hace que la mitad del público femenino suspire y la otra mitad se desmaye.
- Jajaja y dinos ¿qué echas de menos de casa? - me toco nervioso la manga de la chaqueta - Bueno ya veo que la ropa no, eso seguro.
- No, la verdad es que mi estilista, Tigris, ha hecho un gran trabajo- digo tocando el diente de tiburón
- Eso seguro- una pequeña pausa donde todo el mundo se ríe y la conversación continua- por último Finnick, ¿qué estrategia tienes para los juegos y sobre todo cómo conseguiste aquel 10?
-Bueno Caesar lo del 10 es un pequeño secreto; pero en cuanto a lo otro, me aliaré con gente fuerte y cuando estén avanzados los juegos seguiré mis instintos. - suena un pitido inaudible para el público y Caesar y yo nos despedimos; me levanto, guiño al público, paseo bajo los focos en donde mi traje se hace notar y por último, antes de bajar del escenario, beso mi mano y la estiendo enviando dicho beso al público.
- Bien hecho, chico- dice Mags más sonriente de lo normal.
- Bueno eso si quitamos que en dos ocasiones casi me ahogo a mi mismo y que parecía que tenía un tic nervioso en la mano.- al final todos acabamos riéndonos. Me pregunto cuánto durará esta felicidad.


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viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 13

Hola, antes de nada un pequeño anuncio: para que no tengáis que estar atentos (aunque lo anunciaré por tuenti) los días de subida son los viernes por la tarde, como muy tarde el sábado. Era solo eso y espero que os guste.


Un avox entra en mi habitación con una prenda en las manos, la deja sobre mi cama y me da un mensaje de que Tigris llegará en media hora para prepararme.
La cojo y la levanto, el conjunto está compuesto por: una camisa blanca sencilla de botones; y unos pantalones y una chaqueta a juego, son de un azul brillante que al darle la luz directa parecen las olas del mar, además voy descalzo. Me encanta. Miro con cuidado la tela de la manga y me doy cuenta de que toda ella está compuesta por pequeños cristales irregulares. Me visto y me miro al espejo.
- ¿Te gusta? - pregunta Tigris apoyado sobre el marco de la puerta.
- Si, te has superado.
- Solo faltan unos retoques para la perfección. - Tigris con sumo cuidado me desabrocha los dos primeros botones de la camisa, dejando parte de mi pecho al descubierto; me remanga los bajos de los pantalones y las mangas de la chaqueta hasta el codo, para finalizar saca de uno de sus bolsillos un colgante. Es un diente de tiburón en donde hay tallada una ballena y me lo ata con una cuerda de cuero.
- Estas guapísimo, cualquier chica del Capitolio se rendiría a tus pies enseguida.
- Muchisimas gracias - Es una mezcla entre el Capitolio y el Distrito 4.
Abrazo a Tigris antes de que mi equipo de preparación manche con todas las cremas y mejunjes que hay mi cara; cuando acaban conmigo parezco mayor, 17, quizá más; mis ojos relucen como esmeraldas recién pulidas, mis labios carnosos parecen más deseables que nunca y el resto de mi cara es casi irreconocible. Corro al baño, levanto la barbilla y me toco el moflete izquierdo; soy yo de verdad.


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jueves, 5 de septiembre de 2013

Capítulo 12

Siento mucho calor, y noto como el color inunda mis mejillas; Mags es increíble pero... ¿cómo ha podido saber lo de Annie?
Todo el tema de nadar y el agua me ha puesto de muy buen humor. Voy a comer, estoy feliz y tengo hambre.
- Buenos días - digo con una enorme sonrisa.
- Hola Finnick - dice Clare con su tono habitual.
- Buenas muchacho - responde Mags
- ¿Qué menú hay para hoy? - pregunto mientras me coloco la servilleta de babero y cojo el plato más grande que encuentro vacío. Todos parlotean: Gum habla sobre un nuevo maquillaje fluorescente que ahora está muy de moda, Seme y Mahonia sobre un amigo que tienen en común que ha hecho no sé qué cosa; mientras que Mags y Tigris hablan de la entrevista, en ocasiones me miran y yo asiento para dar mi aprobación aun que la verdad no me estoy enterando de nada. Como de todo, desde sopa hasta estofados, pasando por granso y cangrejo; todo delicioso. De tanto comer me ha entrado sueño así que me retiro a mi habitación y justo cuando cierro los ojos llaman a la puerta.
- Adelante -digo al tiempo que me saco de encima las mantas.
- Hola Finnick, ¿puedo pasar?
- Claro Clare
- Es que no podía dormir, estoy muy nerviosa.
- Tranquila Clare, no es nada - digo cogiéndola de los hombros.
- No les gustaré, no soy tan buena para hacerles creer algo que no soy.
- Oh... Clare... - pienso un momento y suelto - Sé tú misma, da igual lo que te haya dicho Mags sobre eso; imagina que estas en casa, hablando con un amigo... ¡Imagina que Danne está contigo!
- Finnick, es... es que... - rompe a llorar y dice - gracias, intenta ganar por Annie.
Mi expresión me delata, sí, estoy sorprendido; no entiendo como todo el mundo sabe lo que siento por Annie, siento una mezcla de triste y desconcierto junto a un ápice de alegría por saber que estas personas quieren que vuelva a ver a mi querida Annie...

Seguro que os estaréis preguntando que, ya que Annie ganó los juegos debería ser ella mentora, pues en realidad es verdad; pero al año siguiente cuando se acercaban los juegos se puso peor y la gente decía que estaba loca, así que Mags se ofreció a seguir siendo mentora. La verdad es que esta es la primera en la lista de las cosas que he de agradecerle a Mags.


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martes, 3 de septiembre de 2013

Capítulo 11

Estoy a punto de ganar los juegos, solo falta que el corazón de Will deje de latir; estoy tan cerca de ver a Annie  que entre la sangre y la suciedad de mi cara asoma una gran sonrisa. Pero pasa algo, de entre la maleza sale un muto gigante con cabeza de águila, cuerpo de león y grandes alas blancas; que ruge ferozmente antes de intentar abalanzarse sobre mí, la primera vez lo esquivo y le abro una raja en el costado izquierdo; pero la segunda vez ya es tarde, noto como la sangre fluye, mi corazón se para y la vida se me escapa...
-Finnick, Finnick... Finnick despierta - sudando y algo aturdido abro ligeramente los ojos y veo a Mags tocándome el brazo. - solo eran pesadillas, si ganas los juegos tendrás que acostumbrarte. -dice fría.
- Vale ¿qué hacemos primero? - pregunto levantándome.
- ¿Cómo te vas a mostrar ante las cámaras?
- Mmmm... supongo que como soy -un sonoro NO me retumba en los oídos
- Si muestras tu personalidad real no tendrás patrocinadores y sin patrocinadores tus posibilidades de seguir vivo después de una semana son nulas.
- Vale, entendido - digo con los ojos muy abiertos.
Se queda pensando un rato, hasta que le empiezan a brillar los ojos y dice- Muchacho, serás sexy, le diremos a Tigris que te de un aspecto interesante. Esa será tu faceta.
- ¿Qué? - Exclamo atónito
Y pensar que hace simplemente unos días estaba en mi distrito; levantándome a las siete para salir a pescar tranquilamente mientras los rayos del sol entran por la ventana.
- Eso mismo, vamos a practicar - dice, entonces se sienta en la cama y hace como si tuviera un micrófono en la mano - Bueno Finnick, ya que has conquistado al Capitolio con esa sonrisa; cuéntanos ¿hay alguien especial en tu vida?- debo tener cara de asco, porque Mags suspira y frunce el ceño.
- No puedo hacerlo
- Vamos a ver - suspira de nuevo y continua- ¿Qué es lo que más te gusta hacer?
- Nadar - digo sin pensar
- Vale, empecemos por ahí; ¿cómo te sientes cuando nadas?- mi expresión corporal se relaja, abro los ojos y sonrío con una naturalidad impresionante.
- Me siento libre, sin ataduras. Es perfecto- Mags sonríe ante mí, debe de haberle gustado lo que he dicho.
- Eso es lo que quería, ten esa actitud esta noche en la entrevista y tendrás más patrocinadores que gotas de agua hay en el mar.
- Mags... -digo sonriente - gracias
- Soy tu mentora, y por cierto Finnick...
- ¿Si?
- En la entrevista, piensa en Annie...


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domingo, 1 de septiembre de 2013

Capítulo 10

- ¿Qué hiciste ahí dentro, chico? - pregunta Mags, está sorprendida, se le nota en el tono de voz.
- Yo... -digo tímidamente y les explico todo lo que hice con los Vigilantes. Tienen poco tiempo para felicitarme por mi 10, ya que ahora anuncian a Clare.
- Distrito 4, Clare Hankins 8 - dice Caesar Flinkenman
Todos la felicitan, también; pero quiero saber que ha hecho, así que pregunto.
- ¿Qué hiciste, Clare? - ella se sonroja y mira para otro lado -Cuéntanos Clare.
- Bueno yo.... cerré los ojos y me imagine que estaba en casa jugando con Danne a correr entre los barcos, simplemente les enseñe algo de agilidad...
Todo el mundo mira a Clare con lo que produce que se sonroje más aún.

Mags nos manda a la cama y nos da un horario para mañana, donde nos prepararán para la entrevista del día de antes de los juegos. Odio. Odio al Capitolio, odio a sus habitantes, los Juegos del Hambre, odio todo. No puedo dormir así que me levanto y después de un par de vueltas por la habitación voy al baño y me quito el pijama, de repente tengo mucho calor, me quedo en ropa interior ante el espejo y me miro lentamente; me sigo pareciendo diferente a antes de la Cosecha. Mis ojos verdes cansados, he cogido algo de peso estos días en el Capitolio, mi pelo cobrizo esta más brillante que nunca (debido a los jabones del Capitolio), las cicatrices de los brazos y las manos, debido a tantos años de pesca, están casi curadas por los cuidados de Gum, Seme y Mahonia.
Me pregunto qué, si gano los juegos me convertiré en otra marioneta del Capitolio, ahora solo tengo 14 años pero, y cuando cumpla 16, 17, 18 tendré tiempo de seguir con Annie...  Todo esto me abruma demasiado, por eso aparto estos pensamientos y me concentro en mañana, en la entrevista, en lo que debo decir y hacer, y por Annie me prometo ser el chico más encantador que hayan visto en este estranvótico sitio.


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viernes, 30 de agosto de 2013

Capítulo 9

Y ahí estoy yo, Finnick Odiar, delante de los Vigilantes del Capitolio; se hará lo que se pueda.
Saludo e inmediatamente mis instintos se activan, miro a ambos lados escudriñando todo; veo un tridente pero está muy lejos y en mi camino hay varias estanterías de cuchillos y lanzas, así que alcanzo una lanza y la uso a modo de pértiga para llegar a mi objetivo y sobrepasar las estanterías, una vez con el tridente en la mano y con la misma rapidez con la que alcancé y usé la lanza, me dirijo al campo de tiro. Impresionante. Inconscientemente empiezo a lanzar y acuchillar los objetivos con el tridente (estos momentos tienen un ligero sabor a mi distrito), se que me queda poco tiempo ya que cada vez me miran menos Vigilantes, lanzo el tridente, que impacta exactamente en el centro de una de las dianas que están situadas al otro lado de la habitación. Y cuando me dispongo a abandonar la habitación veo de reojo que sobre mi cae una inmensa red, parecida a las que usamos para pescar en el Distrito 4, y como si de un juego se tratase deshago algunos de los nudos de la red antes de que caiga, con lo que se abre un agujero y la red cae rodeándome pero sin tocarme en absoluto.

Poco a poco los latidos de mi corazón se ralentizan hasta llegar a su velocidad normal y tras una ducha relajante, la cual no me gustaría terminar nunca, me llaman para cenar y ver las puntuaciones, no estoy nervioso; me visto, unos pantalones cortos marrones que parecen rotos y la misma camisa azul de botones, junto a unos zapatos planos que creo se llaman mocasines. Me miro al espejo. Estoy diferente, no solo ha cambiado mi forma de vestir; me toco el pelo cobrizo y salgo del baño algo molesto.
Llego al comedor, donde ya está todo el mundo.
- Finnick, hola-dice Clare con una media sonrisa, yo se la devuelvo junto con un gesto de cabeza
- Chico, ¿qué tal te fue...
- Shhh !!! que empiezan - Tigris corta a Mags y sube el volumen de la pantalla. Todos nos apresuramos a sentarnos en el mullido sofá morado y a mirar atentamente la pantalla.
Poco a poco van pasando las puntuaciones, hasta que le toca el turno al Distrito 4


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jueves, 29 de agosto de 2013

Capítulo 8

Después del entrenamiento colectivo bajamos a un gran comedor con mesas, más bien bancos, para comer y sentarse; me acerco al menú, muchísimos platos pero me decanto por una ensalada de algas y salmón, que me recuerda demasiado a mi distrito.
Miro a ambos lados, no se dónde sentarme; me dirijo a una mesa vacía y me siento a comer solo.
Los profesionales juntos, como de costumbre, y los demás o solos o con los de su distrito... no veo a Clare, dónde se habrá metido.
Una vez en mi planta, en mi habitación; me cambio y busco a Mags, ahora mismo tengo dudas sobre todo excepto de cómo me llamo; estoy algo perdido, ya que este sitio, aunque sea solo una planta, es enorme, así que vuelvo a mi habitación y sin quererlo me quedo dormido...

Me duele la cabeza y quien quiera que sea el que llama a la puerta acentúa mi dolor:
- Ya voy - abro la puerta y veo a Mags, Clare, Tigris y mi equipo de preparación. - ¿Qué pasa?
- Chico, vístete y baja al centro de entrenamiento; hoy los Vigilantes puntuaran tus habilidades. - me visto a la velocidad de la luz; con unos pantalones anchos beige y una camisa azul de botones, también ancha y unas botas estilo militar como las que llevan los Agentes de la paz. - ahora que estáis los dos querría deciros que  me gustaría que mostrarais todas vuestras habilidades a los Vigilantes, hacerlo lo más rápido posible o se aburrirán o emborracharán, como sois del Distrito 4, seréis los cuartos por lo que los Vigilantes os prestarán algo más atención que a los últimos Distritos, y... - se corta un momento, respira hondo, nos mira fijamente y finalmente suelta de golpe- suerte a los dos.

Estamos todos en una pequeña sala oscura
- Distrito 1, Owel Miller - dice una voz robótica.
Tras un rato vuelve a sonar- Distrto 1, Oak Janson - y así sucesivamente hasta que llega mi turno - Distrito 4, Finnick Odiar - me levanto e instintivamente miro a Clare, que sin apartar la mirada del suelo solo dice.
- Finnick Odiar el ganador de los Sexagésimos quintos Juegos del Hambre...

lunes, 26 de agosto de 2013

Capítulo 7

Mientras sus lágrimas caen por mi hombro la abrazo fuertemente para que se sienta segura.
Se seca las lágrimas y se dirige a la sala de entrenamiento, supongo que ya ha pasado su momento de debilidad, entonces... por qué me siento tan mal por dentro...
¿Será por Annie? Quizá, la hecho de menos... y darle el beso a Clare, aun que fuera en contra de mi voluntad, no mejora las cosas... Mi Annie que se distrae con cosas insignificantes, la que me saca una sonrisa cuando nadie más puede, la que hace que me divierta simplemente estando sentado en la playa con ella...

Llegamos al centro de entrenamiento, donde una chica joven llamada Atala nos da instrucciones claras y después nos deja, miro a mi alrededor y pienso en ir a identificar hierbas ya que no sé nada sobre eso, pero luego lo descarto por la presencia de un chico con pinta de bruto del Distrito 2; así que al final voy directo al puesto de supervivencia en lugares extremos y después iré a probar algún arma, pues no se mucho de ellas; aunque se me da bien lanzar mi tridente para pescar.
Mientras espero mi turno para una especie de gymkana miro a los demás tributos, excepto los del 9 (Will y Hanna), el chico del 2, la chica del 10 y los dos del 1; ninguno me llama demasiado la atención. El tributo masculino del 6 es gracioso y se le dan bien las cosas manuales, si viviera en el 4 seguramente seríamos amigos.
Le toca a Clare, es ágil y rápida pero le falta fuerza, al terminar la gymkana el bruto del 2 le hace la zancadilla y se va riendo con los demás profesionales; vuelvo a mirar a Clare, esta muy roja y con los puños cerrados fuertemente. En un abrir y cerrar de ojos Clare coge una lanza que está a sus pies y la lanza contra el chico del 2, se clava en la pared en la que él esta apoyado, rozándole la nariz; en cuanto Clare se da cuenta de lo que ha hecho el rojo de sus mejillas aumenta y corre hasta un puesto para aparentar no haber roto un plato en su vida; mientras todo esto ocurre el chico del 2, que ha caído al suelo del susto, se levanta y empieza a envestir contra todo el que se le acerca, cada vez más rojo de furia ataca hasta a los entrenadores y a los Agentes de la paz, lo que me produce una ligera sonrisa maliciosa.

domingo, 25 de agosto de 2013

Capítulo 6

Recuerdo los juegos de Annie, fueron horribles; lo único que quería era sentarme en la playa y ver pasar las olas, esperando que nadie viniera a decirme que ella ya había muerto...
Después de dos semanas de Juegos los Vigilantes decidieron que la presa se rompiera y todos murieran, todos menos Annie, ella era la que mejor nadaba asique así ganó los Juegos. Fue el momento más feliz de mi vida cuando volví a ver a Annie, pero algo había cambiado, se había encerrado en si misma, por culpa de esos malditos juegos.

-Igual que yo... -mi comentario parece irritarla, porque se levanta y comienza a gritar de forma nerviosa.
- No, Finnick; tu eres fuerte, atlético y guapo; yo soy una pobre delgaducha que lo único que sabe es nadar y que en la vida ha cogido un cuchillo y mucho menos ha matado a alguien con él... Nada Finick, no se hacer nada... -tras sus palabras tira, con gran puntería, el bollo y sale rápidamente del comedor. Me doy cuenta de que todos me miran
-No... no era mi intención -tartamudeo.

Media hora después estoy llamando a la habitación de Clare para que baje al entrenamiento
- Clare... - digo con el brazo apoyado en la puerta y la cabeza sobre él- nos están esperando.
- Vale - la chica abre la puerta de golpe lo que hace que casi me caiga, para mi sorpresa esta sonriendo; decido no comentar nada.
- ¿Qué tienes pensado entrenar hoy?
- No sé... quizá... -en ese momento se gira rápidamente y me besa, cuando me doy cuenta de lo que está pasando la aparto y desconcertado la miro fijamente.
- Clare... yo...
- No pasa nada Finnick, debía hacerlo, antes de morir.
- No entiendo nada.
- Finnick era algo que tenía que hacer... - dice mientras se aleja, adoptando su postura habitual (encogida en si misma y mirando al suelo)- no... no me gustas, solo era que... -sus ojos se llenan de lágrimas - es por Danne...
Me acuerdo de Danne se suicido cuando su hermana murió en los juegos de hace tres o cuatro años; era un chico alto, de ojos grises inexpresivos y tez clara.
- Danne - continua Clare secándose las lágrimas, que cada vez afloran con más fluidez- antes de que su hermana fuera elegida en la Cosecha, que juntos daríamos nuestro primer beso, él era mi mejor amigo, mi corazón se rompió en mil pedazos cuando supe que se había suicidado... -y con la voz quebrada dice- ya que él se ha ido, quería dártelo a ti antes de morir...
Instintivamente me inclino sobre ella.

viernes, 23 de agosto de 2013

Capitulo 5

Al despertar la mañana siguiente me encontré a Mags sentada en la silla de mi habitación , mirándome fijamente; tras soltar un suspiro dijo:
-¿ No tienes nada qué preguntar muchacho? - yo asentí - venga, no te quedes pasmado.
Cogí aire y pregunté -¿ Qué fue aquel sonido de ayer, tras el desfile?
- Chico, ¿sabes por qué empezaron los Juegos del Hambre?
-Sí - respondo de un modo frío
- Sabes que todavía hay rebeldes, y aunque el Capitolio quiera ocultarlo hay descontento en los distritos, menos en el 1,2 y parte del 4... - levanta la cabeza y ve mi cara, por su expresión debo de estar entre llorando, sonrojado y apunto de gritar; la verdad es que tengo ganas de hacer ambas cosas pero respiro hondo e intento calmarme - Chico, tienes que relajarte y seguirles el juego solo así lo pasaras algo mejor; usa tus encantos: carisma, sonrisa, belleza y ese don de gentes- se levanta y camina hasta la puerta, la abre y antes de marcharse dice - no confíes en las cosas inofensivas...
Me quedo solo, desconcertado e intentando descifrar que significa su última frase...

Una hora más tarde llaman a la puerta y un avox de ojos muy abiertos me acompaña a desayunar veo a Tigris sentada a la mesa con mi equipo de preparación y en un sillón alejado a Clare mordisqueando una especie de bollo glaseado, algo en mi interior se revuelve; pero salgo del trance cuando el avox me da un toquecito en el brazo. Me siento a la mesa e intento parecer lo más amable posible.
- Hoy es día de entrenamiento, os aconsejo que aprendáis todo lo que no sepáis de supervivencia y lo más importante no hagáis caso a ningún otro tributo. - Tras un silencio por parte de Clare y mio Mags continua- ¿Qué se os da bien?
- Morir... -dice Clare con una tranquilidad asombrosa; nadie sabe que decir, hasta que me armo de valor y digo...