viernes, 27 de septiembre de 2013

Capítulo 16

Aquí lo tenéis, si os gusta por favor comentad. Besos

Llegamos a una pequeña sala donde hay dos puerta, allí nos despedimos de Mags y me quedo solo con Tigris. En la pequeña sala secundaria solo hay un banco y mi traje de la arena; Tigris lo examina y queda muy sorprendido ya que, según él, tiene una propiedades parecidas a la piel de los lagartos, que acumulan calor cuando hace frío y te mantienen fresco cuando hace calor; estoy descolocado, además de con los nervios a flor de piel, ¿qué ingeniosa arena se les habrá ocurrido esta vez a los Vigilantes? No tengo ni idea.
Me visto y me miro la ropa: una maya ajustada a modo de pantalones, guantes sin dedos, chaqueta ancha con capucha y botas hasta la rodilla con cordones.
- Veinte-segundos - dice una voz robótica.
Abrazo fuertemente a Tigris, me coloca el pelo. Me meto en el cilindro de cristal y en cuanto empieza a moverse una intensa luz me golpea en los ojos.
Ya estoy en la superficie, analizo todo en los pocos segundos que tengo; veo a Clare varios tributos a mi izquierda; a Glow no le veo, tengo a mi lado al bruto del 2 y a Hanna del 9.
Analizo mis posibilidades, soy rápido y más en arena; veo una mochila azul en uno de los laterales de la Cornucopia ¡Eso es! Decidido; voy a por la mochila, la cojo y salgo pitando en la misma dirección (es decir, en línea recta).
- ... 5; el corazón se acelera, 4; sí, iré directo hacia la maleza y árboles secos del otro lado de la sabana, 3; va por ti Annie, 2; mierda, no hay ningún tridente, 1; ¿qué voy a hacer si no se manejar cuchillos, arcos o lanzas? y al parecer eso es lo único que hay, suena el pitido y... me lo he perdido. Todos los tributos me llevan varios segundos de ventaja, corro todo lo que me permiten las piernas y adelanto a varios tributos, se nota que la arena les entorpece. Bien, casi he llegado a mi objetivo; por el camino, pero sin dejar de correr, cojo un cuchillo, una pequeña caja cuadrada y una lanza.
Mi objetivo, al fin, me agacho a recogerla y al levantarme un punzón me abre una raja poco profunda pero dolorosa en el hombro; miro en la dirección el la que ha venido el punzón y veo a la chica del 1; cojo el punzón y se lo lanzo, como no, fallo.
Salgo corriendo en la dirección predeterminada y me alejo del baño de sangre.

Una vez lejos encuentro un árbol de tronco grueso que está vacío, me meto y me curo la herida del hombro, menos mal que no es grave, después saco todo lo que tengo, en la mochila azul: una olla, una botella de agua llena, dos barritas energéticas, otro cuchillo (con eso tengo dos cuchillos y una lanza), un saco de dormir, papel filtro, un pequeño botecito de yodo y un trozo de alambre curvado, ¿alambre curvado? eso me suena, es... ¡¡un anzuelo!! Sí, un anzuelo; en esta ocasión han estado bien los Vigilantes. En la caja cuadrada hay un plástico verde; no, no es un plástico, es un impermeable; me viene de perlas ya que empieza a llover. Empieza a anochecer, suena el himno, aparece el sello del capitolio y empiezan a pasar caras: la chica del 2, los dos del 5, la chica del 6, el chico del 7, los dos del 8, los dos del 10, el chico del 11 y el chico del 12 (quedamos 13, incluyendo a Clare, Glow y a todos los profesionales menos uno); cada vez hace más frío, se nota que es el desierto; coloco unas ramas delante del agujero del árbol, me meto en el saco, me tapo con la chaqueta y me sumerjo en un sueño ligero, con el cuchillo agarrado.


Espero que os haya gustado, y si es así que os suscribáis, comentéis y lo paséis. Muchos besos y que la suerte está siempre de vuestra parte, tributos :)

2 comentarios:

  1. esta genial me encanta como describes y como esplicas todo aunk no an muerto muchos en el primer baño de Sangre

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    1. Muchísimas gracias, ya lo sé, pero todo tiene su razón :)

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